Los Cuadros de Murillo: El Afamado Pintor

Para conocer un poco mejor en este artículo referente a  los cuadros de Murillo, le hablaremos sobre su vida, formación artística de este gran representante de la pintura barroca española y mucho más, te invitamos a visitar este excelente post. ¡No dejes de leerlo!

CUADROS DE MURILLO

Sobre el Pintor Bartolomé Esteban Murillo

Fue uno de los grandes representantes de la pintura barroca española en lo que se conoce en la historia del arte como el Siglo de Oro de España.

Se comenta de acuerdo a las investigaciones efectuadas fue bautizado el 01 de enero del año 1618 y fallece el 03 de abril del año 1682 a la edad de sesenta y cuatro años de edad.

Este gran artista se formó en el naturalismo tardío de allí la importancia de los cuadros de Murillo donde transformó su pintura en relación a la pintura barroca española impregnados con una gran emotividad siendo incluso precursor de otro movimiento que luego conocerán llamado Rococó.

El mismo se puede evidenciar en uno de los grandes cuadros de Murillo como es la Inmaculada Concepción además del Buen Pastor en la representación infantil que elaboró este artista.

Es primordial que sepas que este gran artista fue una figura de gran importancia en la Escuela de Sevilla por lo cual mantuvo bajo su tutela una considerable cantidad de estudiantes.

Además de admiradores que supieron llevar con distinción la influencia de los cuadros de Murillo hasta mediados del siglo XVIII.

CUADROS DE MURILLO

Fue uno de los pintores más apreciados y resaltante tanto dentro y fuera de la nación española tal fue la influencia de este pintor que uno de los biógrafos más reconocidos del momento.

De nombre Sandra realizó una corta biografía en versión de fábula la cual se encuentra en la Academia Pinturae Erudiate del año 1683.

La cual acompaña al autorretrato de este magnánimo pintor la cual fue grabada por Richard Collin siendo la siguiente:

“… Bartolomé Murillo seipsum depin/gens pro filiorum votis acpreci/bus explendis…”

Podemos describir este autorretrato del artista que realizó en el año 1670 por el anhelo de sus hijos donde apoya su mano fuera de la moldura para dar mayor efecto óptico aunado al naturalismo lleva consigo sus implementos de oficio demostrando su ascenso en la sociedad gracias a sus cuadros.

Debes saber que los cuadros de Murillo se realizaban de acuerdo a los clientes siendo su principal mecenas la Iglesia Católica debido a la contra reforma a pesar de ello se dedicó también a la pintura de género de modo independiente en lo que respecta en su trayectoria de carrera artística.

El nacimiento de este artista

Se deduce que este gran artista nació a finales del mes de diciembre del año 1617 por lo cual le bautizaron el 01 de enero de 1618 en la iglesia Santa María Magdalena en la ciudad de Sevilla era el menor de catorce hijos.

Siendo sus padres el barbero, cirujano y sangrador Gaspar Esteban y María Pérez Murillo. Esta familia proveniente de artistas llamados plateros por trabajar la orfebrería empleando como elemento la plata.

Su papá era llamado por sus oficios Bachiller y pertenecía a una familia acomodada en el aspecto económico se comenta en un documento que data del año 1607 que era una persona rica y austero llegando a ser arrendador de varios bienes inmuebles muy cercanos a la Iglesia de San Pablo.

Es importante saber que estos títulos de arriendo fueron heredados por su hijo menor los cuales le otorgaron beneficios económicos durante su vida. A la edad de nueve años de acuerdo a su biografía fallece su padre y al pasar seis meses su mamá.

Por lo que este infante queda bajo la tutela de una de sus hermanas mayores de nombre Ana la cual estaba casada con un hombre de la misma profesión de su padre de nombre Juan Agustín de Lagares.

Allí se mantuvo hasta el año en que decidió contraer nupcias en el año 1645 luego cuando su cuñado enviudó en el año 1656 le nombró custodio hereditario de sus bienes.

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Primeros años y su formación artística

Poco se sabe sobre la infancia de este gran artista en lo que respecta a su formación académica se comenta que en el año 1633 a la edad de quince años ya se estaba formando en el taller de Juan del Castillo quien estaba casado con una de las hijas del tío padrino de nuestro pintor de nombre Antonio Pérez.

Se comenta que este Juan del Castillo era un pintor prudente una de sus cualidades es la pintura seca y la expresividad en los rostros se comenta que esta influencia se puede evidenciar en los iniciales cuadros de Murillo los cuales datan entre los años 1638 y 1640.

Estos cuadros de Murillo son La Virgen entregando el rosario a Santo Domingo el cual se encuentra hoy en día en el Palacio Arzobispal pertenecía a la colección privada del conde de Toreno en la ciudad de Sevilla.

Además de La Virgen con fray Lauterio, san Francisco de Asís y santo Tomás de Aquino el cual se encuentra en el Fitzwilliam Museum en la ciudad de Cambridge donde presenta como cualidad un dibujo seco pero de gran colorido en estos primeros cuadros de Murillo.

Es importante destacar que este artista de apellido Esteban adoptó para su trabajo artístico el segundo apellido de su mamá Murillo.

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La ciudad de Sevilla en el siglo XVII

Gracias al auge económico entre Europa y el nuevo continente América la ciudad de Sevilla se había transformado en un emporio comercial y social debido a la Inquisición además de la Casa de la Moneda, el Arzobispado y la Casa de Contratación.

Debes saber que la población había disminuido considerablemente por causa de la peste del año 1599 y la expulsión de los morunos por lo que en la época del nacimiento e infancia de Murillo esta ciudad era de gran realce en la sociedad española.

Pese que el año 1627 se comenzaron a evidenciar los primeros acontecimientos de una crisis monetaria al trasladarse el comercio a la ciudad de Cádiz e influyó la Guerra de los treinta años además de la separación de la nación de Portugal.

Aunque es primordial resaltar que la siguiente Gran Peste de Sevilla acaecida en el año 1649 fue inclemente diezmando alrededor del 46% de la población de esta ciudad disminuyendo la calidad de vida de las personas siendo la más afectada las familias humildes.

Las cuales fueron ayudadas por la Hermandad de la Caridad gracias a su hospital además de asilo fue revitalizada en el año 1663 por Miguel Mañara quien en los años 1650 y 1651 fue el padrino de bautismo de dos hijos de Murillo.

Obviamente nuestro pintor era un fiel creyente e ingresó en la Cofradía del Rosario en el año 1644 aunado a ello estuvo abierto a las actividades de la Venerable Orden Tercera de San Francisco en el año 1662.

Además de formar parte de los repartos de alimento que realizaban de forma frecuente por las parroquias e ingresó a la Hermandad de la Caridad en el año 1665.

La Iglesia Católica también fue afectada por la crisis económica que embargaba a la nación española pues luego del año 1649 solo se crearon tres conventos nuevos hasta el siglo XIX.

Pues desde el nacimiento de Murillo se habían creado nueve  conventos para hombres y uno para las femeninas logrando llegar a la cantidad de setenta edificaciones religiosas.

Pero los santuarios e iglesias Católicas comenzaron a enriquecer sus paredes y bóvedas por donaciones de particulares de la alta sociedad como es el caso de Mañara.

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El comercio entre el nuevo continente aporta fuentes de empleo a tejedores, artistas y libreros. En cuanto a los plateros que se encargaba de labrar los lingotes en la Casa de la Moneda eran profesionales propios de la ciudad de Sevilla.

Por lo que se comenta que está ciudad a pesar del arribo de la crisis siempre contó con áreas comerciales pues para el año 1665 residían alrededor de siete mil foráneos.

Aunque no todos estaban dedicados al ámbito del comercio entre ellos se halla Justino de Neve quien era el protector de la Iglesia Santa María La Blanca y del Hospital de Venerables.

Para ambas edificaciones este personaje encomendó a nuestro artista realizar varias obras artísticas es importante que sepas que Neve era descendiente de una familia de antiguos comerciantes flamencos que se establecieron en la ciudad de Sevilla desde el siglo XVI.

También existían otros comerciantes que llegaron luego a la ciudad de Sevilla alrededor del año 1660 entre ellos se encuentran el neerlandés Josua van Belle al igual que el flamenco Nicolás de Omazur ambos fueron retratados en los cuadros de Murillo.

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Eran personajes muy cultos además de estar en plena prosperidad económica llevaron a España cuadros de Bartholomeus van der Helst que fueron vistos por nuestro artista de allí la influencia en sus obras.

Al igual que fueron participes en el reconocimiento de la fama de los cuadros de Murillo más allá de la nación española especialmente Nicolás de Omazur.

Quien unió una amistad con el pintor le llevó a encargar un grabado del Autorretrato que está resguardado en la National Gallery en Londres.

Lleva consigo un texto ponderativo en el idioma latín que fue quizá redactado por el mismo pues además de un excelente comerciante era un gran poeta.

Inician los primeros encargos de los cuadros de Murillo

Se sabe de acuerdo a la historia que en el año 1645 Murillo contrae nupcias con una dama de nombre Beatriz Cabrera Villalobos que era descendiente de una familia próspera y encargados del labrado.

La joven era sobrina de Tomás Villalobos orfebre de plata y oro además de pertenecer a la congregación del Santo Oficio que la tutelaba mientras pasaban por la ciudad de Sevilla.

De esta unión matrimonial nacieron diez hijos de los que solamente sobrevivieron cinco y para el 31 de diciembre de 1663 fallece su joven esposa.

Se sabe que uno de sus hijos de nombre Gabriel (1655-1700) se traslada al nuevo continente en el año 1678 con veinte años de edad obtiene el cargo de Corregidor de Naturales en la localidad de Ubaque.

En lo que hoy en día es Colombia logrando ser la unión entre los poderes territoriales y el rey se encarga del emplazamiento territorial desde lo provincial hasta lo municipal.

Pero hablando de nuestro artista el mismo año que contrae nupcias con su esposa recibe sus primeros encargos. Se trata de once lienzos para el claustro pequeño del Convento de San Francisco de Sevilla trabajando en ellos desde el año 1645 a 1648.

Estos once cuadros de Murillo fueron dispersados tras la Guerra de la Independencia más en ellos se narra con fines educativos historias referentes a santos de la Orden Francisca con énfasis en la supervisión católica que estaba adscrita a este santuario.

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Con respecto a los temas realizados en los cuadros de Murillo se evidencia la vida contemplativa y la oración como se puede evidenciar en la obra artística de nombre San Francisco confortado por un Ángel que se encuentra actualmente en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Al igual que otro de los cuadros de Murillo de nombre La Cocina de los Ángeles el cual se encuentra en el Louvre no podemos dejar de resaltar en sus lienzos la alegría franciscana.

Que exalta en el cuadro de San Francisco Solano y el Toro el cual se encuentra resguardado en el Patrimonio Nacional Real Alcázar de Sevilla.

Además otro de los cuadros de Murillo donde se observa sus cualidades pictóricas es el amor a los otros que demuestra en San Diego de Alcalá dando de comer a los Pobres la cual se encuentra en la Real Academia de San Fernando.

En los cuadros de Murillo se denota el gran impresionismo referente al naturalismo aunado a la técnica del tenebrismo del gran artista Zurbarán.

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Por lo que en este último lienzo se observa un repertorio de retratos que se encuentran ordenados con gran cautela en medio de una composición sencilla de planos que se encuentran recortados en un fondo negro.

Se puede apreciar en el centro del lienzo el caldero junto a un grupo de niños humildes que esperan su taza de sopa y se evidencia que el tema infantil será parte de los cuadros de Murillo durante se trayectoria artística.

En esta serie de los cuadros de Murillo se observa la técnica del claroscuro la cual se estaba dejando de usar en ese momento de la historia del arte debido a las representaciones artísticas de Velázquez y el propio Alonso Cano.

Pero esta atracción que siente nuestro artista aún se evidencia en varios de los cuadros de Murillo como es el caso de La Última Cena ubicado en la Iglesia de Santa María la Blanca del año 1650 aunque se pueden observar en otros lienzos de ese mismo templo religioso algunas innovaciones en sus obras artísticas.

Se observa una difusa iluminación celestial que se encarga de cubrir al cortejo de las santas que están acompañando a la Virgen en un lienzo donde representa La Muerte de Santa Clara.

El cual se encuentra hoy en día en la ciudad de Dresde en Gemäldegalerie y data del año 1646 En este lienzo se observa la belleza de las santas.

Cualidad que representa en los cuadros de Murillo en cuanto al personaje femenino al igual del dinamismo y  vigor que representan las figuras  femeninas en la Cocina de los Ángeles.

Puedes observar en ese lienzo la figura del fray Francisco de Alcalá en pose de levitación y a los ángeles ocupados en su oficio de realizar en la cocina enmarcada.

Forma que utiliza para solventar los inconvenientes en cuanto a la perspectiva proporcionando imágenes alusivas al arte flamenco en modo de inspiración.

Gracias a este tipo de obras se puede observar en los cuadros de Murillo el dinamismo que impregna en las figuras celestiales y angelicales que tomó de otras fuentes artísticas tal es el caso de Rinaldo y Armida.

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Grabado que realizó Pieter de Jode II en una composición del artista Anton van Dyck dos años antes del encargo que se le solicitó a Murillo  lo cual demuestra que nuestro artista se encontraba al día con las tendencias artísticas del momento.

El Impacto de la Peste entre los años 1649 y 1655

Para nadie es un secreto las grandes alzas en rojo que trajo consigo la Gran Peste en Sevilla por ello la Iglesia Católica solicitaba a los artistas gran cantidad de cuadros donde se refleja la devoción de los fieles.

con respecto a ello los cuadros de Murillo fueron obras excelentes en este tema donde demostró un sin igual arte y la iglesia católica fue una de sus principales clientes.

Demostró en su técnica mayor movimiento además de sentimiento al interpretar los tópicos religiosos con gran humanismo pues en los cuadros de Murillo realizó diversas versiones de la Virgen con el Niño.

Es importante resaltar que esta imagen religiosa también es conocida con el  nombre de la Virgen Del Rosario por lo que varios de estos cuadros de Murillo se encuentran en diversas instalaciones hoy en día como son Museo del Castro además del Palacio Pitti y en el Museo del Prado.

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Otros cuadros de Murillo se encuentra La Adoración de los Pastores además de la Sagrada Familia del Pajarito estas dos grandes obras artísticas se hallan en el Museo del Prado.

Con respecto al lienzo de la juvenil Magdalena donde es penitente esté se encuentra resguardado en el National Gallery of Ireland además de otra versión en la ciudad de Madrid.

Existen otros cuadros de Murillo de gran realce como son La Huida a Egipto que se halla en Detroit forman parte de este momento histórico donde renueva la representación iconográfica como es La Inmaculada en el Museo de Bellas Artes en la ciudad de Sevilla.

No podemos dejar de mencionar otros cuadros de Murillo que forman parte de este momento histórico y corresponde al género de la pintura profana entre las que podemos mencionar El Niño espulgándose o mendigo que se halla en el Museo del Louvre.

Demuestran estos cuadros de Murillo su interés en obras artísticas dando los infantes son protagonistas y demuestra en este lienzo al joven niño limpiándose de los parásitos mientras está solo. Esta obra se encuentra impregnada de melancolía.

Aunque luego demostrará en este mismo género obras con mayor dinamismo y alegría otros cuadros de Murillo muy conocidos es la vieja con gallina y cesta de huevos el cual se halla en la ciudad de Múnich en Alte Pinakothek que formó parte de la colección de Nicolás de Omazur.

Se puede observar en estos cuadros de Murillo cierta influencia flamenca similar a las imágenes realizadas por Cornelis Bloemaert y para finalizar con este género el retrato documentado de Don Juan de Saavedra que se encuentra en la ciudad de Córdoba el cual pertenece a una colección privada y data del año 1650.

Recuerda que en este siglo XVII el principal mecenas de los cuadros de Murillo era la Iglesia Católica y en la ciudad de Sevilla existían alrededor de sesenta conventos.

Además de los templos religiosos por lo que esta ciudad es un centro de cultura en el ámbito religioso acrecentando con vehemencia la creencia de los fieles.

Es imperante comentar que la peste del año 1649 acrecentó las devociones a los cultos religiosos además de renovar o crear nuevas cofradías tal es el caso de los Agonizantes y su cometido era otorgar a los desvalidos una cristiana sepultura.

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Sin olvidar la contrarreforma por lo que era mucho mayor la clientela que solicitaba cuadros de Murillo del género religioso pues no solo la clientela era la iglesia.

Sino también clientes privados por lo que se encargaba de repetir motivos que ya había realizado tal es el caso de Santa Catalina de Alejandría de medio cuerpo.

Como acotación debes saber que el primero que hizo de estas versiones se halla en el Focus-Abengoa de la ciudad de Sevilla.

Gracias a personas que tenían la capacidad económica para dotar los templos religiosos de obras artísticas se convirtieron en protectores  de estas edificaciones.

Además las familias en sus hogares también poseían algunos cuadros de Murillo en sus paredes o de algún otro artista pues de acuerdo a investigaciones efectuadas entre los años 1600 a 1670 por lo menos un tercio de la población adquiere como bien preciado una obra de arte.

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En relación a la nobleza y al clero se observaba en sus colecciones privadas cuadros de Murillo referente al género profano y a medida que bajaba el escalafón social aumentaba el inventario en relación a la  pintura del ámbito religioso.

Por lo que en las familias más humildes o en las pertenecientes a la agricultura solo se observaban en sus paredes pinturas con motivos religiosos.

Llega Herrera el Mozo a la ciudad de Sevilla

Obviamente al llegar a la ciudad de Sevilla otros artistas se observa su influencia en el arte y uno de ellos fue Francisco de Herrera mejor conocido como el Mozo pues su padre era el Viejo.

Este joven artista procedía de la ciudad de Madrid luego de haber estado una estancia en la nación de Italia estudiando llega a la ciudad de Sevilla.

Donde le encargan realizar El Triunfo del Sacramento en la Catedral de Sevilla fue una innovación sus enormes figuras a contraluz situadas en primer plano.

Además agregó una cantidad de ángeles con aspecto infantil que revoloteaban en la obra los cuales fueron realizados con una pincelada muy fluida y transparente por la lejanía esta influencia artística se denota en San Antonio de Padua.

Es uno de los cuadros de Murillo que realizó en la capilla bautismal de la misma catedral al año siguiente demostró una nueva técnica al realizar la obra de forma diagonal y romper con lo habitual el niño Jesús se encuentra aislado en un fondo que ilumina.

Mientras que el santo está en una penumbra que se abre dando un segundo foco de luz permitiendo una ampliación del espacio evitando el contraste entre el cielo y la tierra.

Pues unifica ambos espacios gracias a una luz difusa además de un cortejo de ángeles en el primer plano que ayudan a la contraluz gracias a su profundo aprendizaje en las nuevas técnicas se observa en los cuadros de Murillo una transformación.

Debido a las innovaciones herrerianas y en el año 1655 en el mes de agosto se coloca en la sacristía de la Catedral una pareja de santos sevillanos San Leandro y San Isidoro.

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Estos cuadros de Murillo fueron pagados por un protector de la iglesia como lo sería Juan Federighi eran imágenes de mayor tamaño que las acostumbradas a realizar.

Por lo que este artista sevillano se observa que están impregnadas por una luz de color plata y demuestra en las túnicas de color blanco un efecto visual que la hace brillar.

Igual pertenecen a esta fecha otros cuadros de Murillo como es La Lactación de San Bernardo y la Imposición de la Casulla a San Ildefonso ambas obras artísticas se encuentran en el Museo del Prado.

Se mantiene en ellos el pintar a través de la técnica del claroscuro aunado al empleo de la luz que será característico en los posteriores cuadros de Murillo.

También se jactan de ser cuadros de Murillo tres enormes lienzos los cuales están inspirados en la vida y obra de Juan El Bautista se conoce de ellos por una información que se develó en el año 1781 y hoy en día se encuentra cada obra en un museo distinto.

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Siendo Cambridge, Berlín y Chicago además de la serie de lienzos que corresponden al Hijo Pródigo la cual se encuentra en el National Gallery of Ireland en Dublín.

Aunque existe un boceto de esta obra en el Museo del Prado esta secuencia de lienzos fue una inspiración de los grabados que realizaba Jacques Callot.

En los cuadros de Murillo le dio su propia originalidad y le agregó el entorno sevillano mediante la indumentaria y los rostros de los protagonistas. Siendo un ejemplo de ello El Hijo Pródigo hace Vida Disoluta.

Se caracteriza por escena propia del folclore contemporáneo de la ciudad de Sevilla gracias al empleo de objetos que pertenecen al género del bodegón.

Otros elementos se evidencia en uno de los cuadros de Murillo como es el de Los Músicos donde la figura se sitúa en contra de la luz haciendo mucho más agradable el banquete además las figuras femeninas resaltan con sus vivos colores.

La época de plenitud en los cuadros de Murillo

Se comenta en la historia de este gran artista en el año 1658 pasa unos meses en la ciudad de Madrid quizá para aprender nuevas técnicas motivado por Herrera el Mozo.

Luego regresa a la ciudad de Sevilla allí se encargó de fundar una academia relacionada con el dibujo e inicia el 02 de enero del año 1660 en la casa lonja.

Con la intención que tanto maestros como estudiantes perfecciona en el dibujo de la anatomía humana en lo que respecta al desnudo.

Con esta academia podría nuestro artista perfeccionar su práctica con un modelo vivo y además con el capital que aportan los estudiantes se sufragaba el pago de los maestros y alcanzaba para el pago de la leña y velas pues las clases se realizaban en el horario nocturno.

Murillo y Herrera el Mozo fungieron en los cargos de presidente y presidente pues este artista viajó ese año a Madrid para desempeñarse en el cargo de pintor de la corte.

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Se comenta de acuerdo a las investigaciones efectuadas que en el mes de noviembre del año 1663 se acordó en la pronunciación de la constitución de la academia pero en esa fecha ya nuestro artista había dejado la presidencia.

Ya que en los documentos se comenta que era el presidente Sebastián de Llanos y Valdés por ende se había encargado de realizar una pequeña escuela en su hogar.

Para no tener que interactuar con el carácter altivo de otro artista como es el caso de Juan de Valdés Leal quien fue el próximo presidente.

Para el año 1660 realiza uno de los cuadros de Murillo de gran significativa importancia además de ser muy admirado como es el caso del Nacimiento de la Virgen el cual se halla resguardado en el Museo de Louvre el cual fue pintado para servir de sobrepuerta en la Capilla de la Concepción Grande de la Catedral de Sevilla.

Se observa en este enorme lienzo en el centro un grupo de mujeres que son matronas además de ángeles que emanan una luz propia de acuerdo a la ilusión óptica que realiza el artista y se colocan cerca de la recién nacida que también brilla en primer plano y la luz se va degradando hacía el fondo del lienzo.

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Por lo que se realiza un efecto visual en las partes laterales donde el foco de luz funciona de forma autónoma y al lado izquierdo se encuentra Santa Ana en una cama a contraluz y dos jóvenes del lado derecho que se encargan de secar los pañales al fuego que irradia una chimenea.

Aquí se evidencia el estudio de luces que realizó Murillo muy similar a la pintura neerlandesa específicamente al estilo de Rembrandt que pudo haber conocido.

Gracias a la presencia de algunas de sus obras en la colección de algún rico comerciante o noble como es el caso de Melchor de Guzmán que era el marqués de Villamanrique.

Quien tenía bajo su posesión un cuadro de Rembrandt el cual expuso de forma pública en el año 1665 cuando se inauguró la iglesia de Santa María la Blanca.

Con respecto a los mejores cuadros de Murillo en relación a paisajes corresponde a los cuatro lienzos que forman parte de la historia narrada de Jacob.

Que pintó como un encargo del marqués de Villamanrique y fueron luego expuestos en las fachadas de su palacio como parte de la conmemoración de la Iglesia de Santa María la Blanca.

Se comenta que esta serie de lienzos era originalmente de cinco cuadros de Murillo pero solo se conocen cuatro y en el siglo XVII estaban bajo el poder del marqués de Santiago pero a inicios del siglo XIX los mismos se habían esparcidos por otras regiones.

Hoy en día dos de estos cuadros de Murillo se hallan en el Museo del Ermitage y representan a Jacob bendecido por Isaac y el siguiente a la Escala de Jacob. Los otros dos de esta serie se encuentran en Estados Unidos.

Siendo uno de ellos Jacob Busca a los ídolos domésticos en la tienda de Raquel que se encuentra en el Cleveland Museum of Art y la cuarta de estos cuadros de Murillo titulada Jacob pone las varas al rebaño de Labán pertenece al Meadows Museum en la ciudad de Dallas.

Se demuestra en estos cuadros de Murillo sus amplios paisajes principalmente en estas dos últimas obras que se hallan en Estados Unidos los cuales se hallan colocados en torno a un motivo que es central en la obra por lo que se abre un fondo con luz que ilumina las obras y recorta las montañas.

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Por lo que se destaca que nuestro pintor sevillano conocía las técnicas flamencas de artistas como Jan Wildens y Joos de Momper al igual que de artistas de origen italiano como es el caso de Gaspard Dughet que era contemporáneo.

Otra de las cosas que llama la atención en este cuadro es el ganado y refiere a obras de Orrente donde se reinterpreta la abundancia según el lenguaje coloquial de Sevilla.

Con una gran naturalismo Murillo lo hace además emplea el apareamiento de las ovejas como lo describe el texto bíblico génesis 31,31. Pero se ocultó por el decoro gracias a repintes en el siglo XIX y vuelve a observar la luz este cuadro en el siglo XX.

Célebres encargos realizados por Murillo

Uno de los mayores encargos de gran importancia en los cuadros de Murillo se refiere a la serie de pinturas que realizó para la Iglesia Santa María la Blanca pocos antes de la pérdida física del papa Urbano VIII en el año 1644.

Debido a un decreto de la congregación romana del Santo Oficio que estaba bajo el poder de los dominicos prohibió que se colocara el término de Inmaculada a la concepción de María por lo que se debía de realizar un cambio en la pronunciación de la oración.

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Este decreto no se hizo público y se conoció cuando el Santo Oficio censuró algunos textos por dicha oración. El Cabildo respondió ante este hecho colocando uno de los cuadros de Murillo donde se observa la siguiente inscripción:

“…Concebida sin Pecado…”

Además los representantes de la ciudad se dirigieron a las cortes de Castilla en el año 1649 para solicitar la intervención del monarca. Pero nada se pudo realizar durante el pontificado de Inocencio X.

Pero al ingresar Alejandro VII como nuevo papa en el año 1655 el rey Felipe VI se encargó de redoblar todos los esfuerzos para apelar a aquel decreto y realizar la aprobación de la Inmaculada Concepción como se celebraba desde hace muchos años en la nación  española.

Se realizaron varias gestiones por parte de la nación española y el 08 de diciembre del año 1661 el papa Alejandro VII acepta realizar la promulgación apostólica que proclamaba la antigüedad de la santa.

Por ende la aprobación de la fiesta lo cual fue excelente para la nación española y se celebraron enormes fiestas debido a ello queda presente como certificado de ello los cuadros de Murillo.

Gracias a esta nueva constitución apostólica el párroco encargado de la iglesia Santa María la Blanca de nombre Domingo Velázquez Soriano congeniar en realizar una remodelación de este santuario que anteriormente había sido una sinagoga.

Cabe resaltar que estos trabajos fueron cancelados por el protector de esta iglesia quien era Justino de Neve y por ello fue el encargado de encomendar los cuadros de Murillo para ornamentar los muros de este templo religioso.

Estos cuadros de Murillo se encargaron de darle una nueva visión a esta estructura medieval transformándolo en un espectacular templo barroco las mismas se iniciaron en el año 1662.

Finiquitaron en el año 1665 luego de ello se realizó la inauguración con una solemne fiesta en su honor se describe a la iglesia para el momento de su inauguración.

Donde se comenta que en los muros de esta infraestructura se encontraban los cuadros de Murillo además de los ornamentos en la plaza que estaba delante del templo religioso.

CUADROS DE MURILLO

Además se realizó un retablo adicional para exhibir tres cuadros de Murillo que eran propiedad de Neve siendo la Inmaculada grande en el nicho central y a los laterales se encontraba El Buen Pastor además de San Juan Bautista en versión infantil.

Los otros cuadros de Murillo representaban las historias referidas a la fundación de la Basílica de Santa María la Mayor que se encontraba en la ciudad de Roma.

Estos cuadros más grandes estaban colocados en la nave central del santuario los cuales estaban iluminados gracias a la cúpula de la iglesia.

Con respecto a los laterales del templo se hallaban otros dos cuadros de Murillo como son la Inmaculada Concepción y el Triunfo de la Eucaristía.

Pero estos cuadros salieron de la nación española durante la Guerra de la Independencia y con respecto a las dos primeras obras fueron devueltas en el año 1816 y se custodian en el Museo del Prado.

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Los otros dos restantes cuadros de Murillo fueron pasando de dueño en dueño de acuerdo a coleccionistas hasta llegar a formar parte del Museo del Louvre siendo el de la Inmaculada además de una colección particular referente al Triunfo de la Eucaristía.

En cuanto a los dos primeros cuadros de Murillo son obras artísticas con gran maestría y se refieren al Sueño del Patricio Juan y su Esposa donde el artista representa el momento en que se le aparece la Virgen en el mes de agosto para solicitar un templo en el lugar donde observen nieve en el monte Esquilino.

Esta representación de Murillo los retrata vencidos por el sueño donde el hombre se encuentra recostado sobre una mesa la cual está cubierta por un tapete de color rojo.

Donde ha quedado un grueso libro que estaba leyendo mientras que su esposa sobre un cojín de acuerdo a la usanza de la época con su cabeza caída por el sueño en sus labores.

Además se puede observar en esta obra un perrito de color blanco que duerme haciendo un remolino con su propio cuerpo y debido a la composición que ha realizado.

Expresa una sensación de relax y la penumbra hace parte en la escena la cual se rompe al observar la imagen de la Virgen con el Niño.

Ambos se encuentran envueltos en una luz matizada que hace ver en la obra de forma plácida esta historia se narra en la presentación ante el papa Liberio por lo que se divide la escena del lado izquierdo al patricio y su esposa frente al papa que ha tenido un sueño similar.

Mientras que del lado derecho se presenta en la lejanía la procesión en dirección al monte para avalar el sueño y el papa se presenta en la obra en el palio.

Esta escena principal se coloca en un enorme escenario realizado con arquitectura clásica y el mismo se ilumina desde el lado izquierdo por lo que la luz incide de forma directa sobre la figura femenina.

El religioso que le acompaña por lo que se hace una contraluz en la figura del papa que lleva en su rostro la faz de Alejandro VII este juego de contraluces característicos en los cuadros de Murillo.

CUADROS DE MURILLO

Se observa en la procesión la cual fue pintada con una pincelada muy ligera casi en boceto y las figuras de los espectadores en primer plano son similares a bultos que se encuentran en la sombra y resalta la iluminación en el acto de la procesión.

Cuadros de Murillo para la Iglesia de los Capuchinos

Otros cuadros de Murillo se realizaron en el año 1644 para ser colocados en las paredes del Convento de San Agustín y entre las obras artísticas que resaltan.

Podemos mencionar San Agustín contemplando a la Virgen además de Cristo Crucificado ambas obras forman parte del Museo del Prado y se realizaron entre los años 1665 y 1669.

Se encargó de realizar dieciséis lienzos en dos fases para la Iglesia del Convento de Capuchinos de la ciudad de Sevilla las cuales estaban destinadas a ornamentar el retablo mayor.

Además del retablo de las capillas laterales y en el coro de esta edificación se encargó de realizar un cuadro referente a la Inmaculada.

CUADROS DE MURILLO

Es importante destacar que estos cuadros de Murillo en el año 1836 pasan a formar parte del Museo de Bellas Artes de la ciudad de Sevilla a excepción del Jubileo de la Porciúncula que se halla en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia.

En relación a los santos que se incluyen en estos cuadros de Murillo donde se observan figuras en parejas tal es el caso de San Leandro y San Buenaventura.

Al igual que el de las Santas Justa y Rufina que son tan característicos de este pintor por sus colores vivos y el naturalismo con el que impregna a las figuras del lienzo.

Ambas figuras muestran una gran emotividad cargadas de melancolía  con respecto a la obra artística de las Santas Sevillanas con algunos objetos de cerámica demostrando su oficio de alfareras.

También podemos hablar de la Giralda como alusión del terremoto del año 1504 donde según las tradiciones impidieron su caída abrazándose a la imagen.

Pues la presencia del retablo en el templo religioso refiere al antiguo anfiteatro donde la santa recibió el martirio igualmente se hace alusión a San Leandro.

Donde se encontraba su lienzo anteriormente se había edificado un convento antes de la conquista musulmana en la nación española y ahora traspasaba a San Buenaventura.

Por lo que el pintor lo retrató como un hombre barbado por situarse la obra en el convento de Capuchinos aunado a una maqueta gótica para simbolizar la antigüedad de la historia que se narra en el lienzo.

Existen cuadros de Murillo dedicados a los santos franciscanos entre ellos San Antonio de Padua al igual que San Cantalicio pero haremos referencia al de San Francisco abrazando a Cristo en la Cruz siendo una de las obras más representativas de este gran pintor sevillano.

Se presenta en este lienzo una suavidad de luces y mezcla de colores que armonizan el hábito de franciscano con los fondos de color verde de la obra.

Además del cuerpo desnudo de Cristo, para intensificar las visiones míticas de este santo sin que se presente dramatismo en la obra.

CUADROS DE MURILLO

Por lo que se observa la transformación artística del pintor en otro lienzo titulado La Adoración de los Pastores la cual fue pintada para ser colocada en el altar de una capilla lateral.

Al compararla con otras versiones del mismo tópico tal es el caso de la que se halla en el Museo del Prado que data del año 1650.

Se evidencia una pincelada ligera además del empleo de la luz  para permitir un mayor espacio con la utilización de la contraluz enfrentándolo al claroscuro y el relieve mezquino de los iniciales cuadros de Murillo.

Otro de los grandes cuadros de Murillo al que el pintor llamaba Su Lienzo y en donde demostraba su gran maestría en la pintura barroca española es en la serie dedicada a Tomás de Villanueva quien había sido agustino y recientemente canonizado por el papa Alejandro VII.

Al igual que el arzobispo de Valencia una de sus cualidades era el espíritu limosnero lo que es resaltado en el lienzo al rodearlo de gran cantidad de mendigos.

Los que ayuda alrededor de una mesa y encima de ella un libro abierto que estaba leyendo pero dejó allí para ayudar a estas personas pues la ciencia de la teología no es de ayuda sin la caridad.

CUADROS DE MURILLO

Esta escena se presenta en un recinto sobrio de una arquitectura clásica y con gran profundidad gracias a los espacios que se iluminan y el juego que hace del empleo de las sombras.

Se observa una enorme columna que en el plano medio hace contraluz creando un halo luminoso alrededor de la cabeza del santo y su estatura es mucho mayor debido al mendigo tullido que se encuentra arrodillado ante la figura del santo.

Se evidencia un estudio de la espalda desnuda al igual que los rostros de los mendigos socorridos iniciando con el anciano encorvado que acerca la mano.

A los ojos con un gesto de incredulidad  además está la anciana que observa con un semblante arisco más el chico que aguarda pacientemente en una posición suplicante.

Sin olvidar al chico que se halla en el ángulo inferior izquierdo de esta obra artística y resalta gracias a la contraluz que efectúa el pintor quien muestra a su señora madre las monedas que ha recibido del santo con una efusiva alegría en su faz.

Te comentamos que la Hermandad de la Caridad de acuerdo a las tradiciones orales fue fundada en el siglo XV por el ciudadano Pedro Martínez quien era prebendado de la catedral  y allí se daba sepultura a los ajusticiados estos se inició en el año 1578.

Cuando los hermanos se encargaron de alquilar a la Corona la Capilla de San Jorge la cual se encontraba ubicada en los Reales Cobertizos y allí se coloca la primera norma de esta hermandad que es enterrar a los muertos.

Es imprescindible que sepas que para el año 1640 esta capilla se encontraba en ruinas y los hermanos de la Caridad tomaron la decisión de demolerla para iniciar la construcción de un nuevo edificio el cual tardó alrededor de veinticinco años en culminar.

La Peste del año 1649 permitió que se revitalizará esta obra y gracias al ingreso de un protector con gran cantidad de dinero que permitió el avance de la obra.

Como es el acaudalado Miguel Mañara  quien era descendiente de una familia de comerciantes de origen corso y al ser seleccionado como hermano mayor de la orden en el año 1663 permitió que la estructura pudiese ser culminada.

CUADROS DE MURILLO

También se unió a esta estructura un almacén de las Atarazanas en el hospicio además de la reforma de la Hermandad de la Caridad que tenía como objetivo atender a los vagabundos.

Darles alimento en el asilo que ahora se transformaría en un hospital para poder curarles y recoger a los enfermos que estaban abandonados en las calles pues eran trasladados en hombros por los mismo hermano de la Caridad.

Gracias al aporte económico de Mañara y su interés en realizar un programa que estuviese acorde al discurso de la Hermandad de la Caridad fue el responsable de seleccionar a los artistas que darían vida a las paredes de estas edificaciones como son los artistas Murillo y Valdés Leal.

En relación a la arquitectura seleccionó a Bernardo Simón de Pineda y para la escultura al artista Pedro Roldán para ello se realizó un acta de la reunión que efectuó la hermandad de la Caridad el 13 de julio del año 1670 que se halla en el Libro de Cabildos dando información respectiva de lo que se estaba realizando.

“…propuso Nro. Hermano mayor Miguel de Mañara como acabada la obra de nra. Iglesia y puestos en ella la grandeza y hermosura que se ve seis jeroglíficos…»

«… que explican seis de las obras de Misericordia, habiéndose dejándola de enterrar los muertos que es la principal de nro. Instituto para la Capilla Mayor…”

CUADROS DE MURILLO

Con respecto a los jeroglíficos que se mencionan en el extracto anterior  se refiere a obras de Misericordia y se identifica a los seis cuadros de Murillo que colgaban de los muros de la Iglesia por debajo de la cornisa.

Es de vital importancia que sepas que cuatro de estos cuadros fueron hurtados por el mariscal Soult durante la guerra de la Independencia.

Cada uno de estos cuadros de Murillo hacen alusión a obras de misericordia tal es el caso de La Curación del Paralítico que se encuentra en la National Gallery en la ciudad de Londres y se refiere a visitar a los enfermos.

El otro cuadro San Pedro liberado por el Ángel se encuentra en San Petersburgo en el Museo del Ermitage y corresponde a redimir a los cautivos.

Le sigue otra obra artística titulada Multiplicación de los panes y los peces que refiere a dar de comer al hambriento y se encuentra en el mismo museo de San Petersburgo.

Otro de los cuadros de Murillo titulado El regreso del hijo pródigo que se refiere a otro acto de misericordia vestir al desnudo se encuentra en el National Gallery en Washington.

En este mismo país se haya dos obras más en la ciudad de Ottawa de la National Gallery se refiere a Dar Posada al Peregrino titulada Abraham y los tres Ángeles.

La otra obra es Moisés haciendo brotar el agua de la roca de Horeb que se refiere a un acto de misericordia como es el de dar agua al sediento. De estos hermosos cuadros de Murillo el investigador Ceán Bermúdez comenta lo siguiente:

“… podrán observar en la espalda del paralítico de la piscina como entendía la anatomía del cuerpo humano. Con respecto a los tres Ángeles que se aparecen a Abraham, las proporciones del hombre…”

“…la nobleza de los caracteres, la expresión del ánimo en las figuras del hijo Pródigo… verán en estos excelentes cuadros practicadas las reglas de la composición…»

«… de la perspectiva y de la óptica… demostraba las virtudes y las pasiones del corazón humano…”

CUADROS DE MURILLO

Es primordial que comprendas con respecto a la serie de los cuadros de Murillo en relación a la Misericordia interactuaba con un grupo de esculturas del Entierro de Cristo.

El cual fue realizado por Pedro Roldán  representando la principal obra caritativo de la hermandad de la Caridad enterrar a los muertos ocupaba el retablo mayor.

Luego de estas obras artísticas la hermandad de la Caridad canceló en el año 1672 otros cuadros de Murillo y Valdés Leal los mismos completaron el tema anterior conforme al interés del principal protector de la hermandad Miguel de Mañara.

Con respecto a los dos cuadros de Murillo propone a los hermanos de la Caridad acciones para identificarte como es la obra artística de San Juan de Dios y Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos ambas obras hoy en día se encuentran en el templo religioso .

Demuestran el ejercicio de la caridad. Si era necesario cargar sobre sus hombres a los desvalidos tal cual hizo San Juan de Dios o limpiando las heridas si voltear el rostro.

CUADROS DE MURILLO

Ejemplo de la santa húngara y en los cuadros de Murillo se representaba con total naturalismo la interpretación realista de las llagas en el cuerpo de los enfermos.

Por lo cual se ganó críticas por saber conjugar lo sublime con lo vulgar cuando este cuadro fue trasladado a París por las tropas francesas en las guerras entre ambos países.

Cuadros del Ámbito Religioso

Existen otros cuadros de Murillo en relación a la iconografía religiosa que han sido de gran importancia mencionar en este interesante artículo así que te invitamos a conocer sobre cada uno de ellos.

Con respecto a la Inmaculada Concepción

En los cuadros de Murillo se cuentan alrededor de veinte obras artísticas relacionadas con este tópico de la Inmaculada una cantidad que solamente superó José Antolínez por ello se le conoce como el pintor de las Inmaculadas.

Se comenta que el inicial de estos cuadros de Murillo referente a esta imagen iconográfica se refiere a la Concepción Grande que se encuentra en el Museo de Bellas Artes en la ciudad de Sevilla.

Fue pintada para la orden de los franciscanos y la misma se situó en el arco de la capilla mayor por lo tanto se explica la altura de donde debía ser observada y de allí lo corpulenta que era la figura de esta obra. Se considera que data del año 1650 por la técnica del pincel del artista.

En esta obra se encarga de romper con el estatismo dotando a la Inmaculada de dinamismo y un sentido de ascenso mediante el movimiento que se observa en la capa de la Virgen la misma está vestida con una túnica blanca y un manto azul de acuerdo a la visión de la portuguesa Beatriz de Silva.

La cual fue recordada por Pacheco en las instrucciones de la iconografía pero Murillo realizó innovaciones sólo dejó bajo sus pies a la luna y sobre las nubes se observan a los ángeles infantiles con respecto al fondo del paisaje es una franja muy breve y brumosa.

Otro segundo lienzo de esta representación también fue realizada para la orden de los franciscanos quienes eran los grandes defensores del misterio realizando un retrato al fray Juan de Quirós en el año 1652.

Aquí aparece el fraile retratado ante la imagen de la Inmaculada la cual se encuentra rodeada por ángeles que traen consigo los símbolos referentes a las letanías por lo que interrumpe su escritura para poder mirar a los espectadores de la obra.

CUADROS DE MURILLO

Se encuentra sentado frente a una mesa en donde se observan dos gruesos libros que escribió en honor a la Virgen María además se evidencia el respaldo del sillón del fraile superpuesto con el borde dorado enmarcando la imagen demostrando que el fraile se halla frente a un cuadro de la Inmaculada.

Siendo un cuadro dentro de otro cuadro el cual está enmarcado gracias al empleo de las columnas y los festones de las guirnaldas además la Virgen lleva las manos cruzadas en el pecho.

Su mirada está elevada al cielo siendo esta imagen la que va a recrear en muchos de los cuadros de Murillo respecto a las versiones de esta obra artística.

Con respecto a la Inmaculada que pintó para la Iglesia de Santa María la Blanca es asociada con la eucaristía que es un elemento primordial en la doctrina de la Iglesia Católica preservando a María del pecado.

Debes saber que los pintores sevillanos antes de poder ingresar a la Academia de Dibujo debían realizar un juramento de fidelidad al Santo Sacramento y a la Doctrina de la Inmaculada.

CUADROS DE MURILLO

En esta representación de Murillo se observa sus cualidades específicamente en el año 1660 donde se realiza la Inmaculada de El Escorial que se halla hoy en día en el Museo del Prado siendo una de las más bellas que el pintor realizara.

Para realizar este hermoso cuadro utilizó a una modelo adolescente que demuestra más juventud que en sus otras versiones y el perfil ondulante de la Virgen con una capa que apenas se puede despegar del cuerpo.

Además de la armonía de los colores habituales azul y blanco además del empleo de las nubes en color plateado por debajo de un leve resplandor de color dorado que rodea el entorno de la figura del a Inmaculada.

Serán rasgos que se volverán habituales en las demás versiones de esta virgen siendo la últimas de estas versiones la que tituló Inmaculada Concepción de los Venerables.

Es conocida con el nombre de Inmaculada Soult en el Museo del Prado la cual fue realizada en el año 1678 por el protector Justino de Neve para uno de los altares mayores del Hospital de los Venerables.

Se observa que el cuadro es de grandes dimensiones mientras que la Virgen es más pequeña pues está rodeada de mayor número de angelitos que se encuentran alegres revoloteando a su alrededor siendo  un precursor de un nuevo movimiento el rococó.

Esta obra artística de Murillo fue hurtada de España por el mariscal Soult luego fue adquirida por el Museo de Louvre en el año 1852 por el valor de 586.000 francos de oro siendo una de las cifras más altas que se ha cancelado por una obra de arte.

Luego vuelve a la nación española y se halla resguardada en el Museo del Prado debido a un acuerdo firmado entre ambos gobiernos Francia y España en el año 1940.

Para ello se canjeó la Dama de Elche y otras obras de arte por un cuadro del retrato de Mariana de Austria que realizó Velázquez el cual era propiedad del Museo de Prado y se consideraba un versión original de este cuadro.

Jesús Niño y San Juanito

Otro de los cuadros de Murillo que usualmente realizaba se refiere a la Virgen con el Niño en forma aislada o de cuerpo entero las mismas eran de menor tamaño ya que se designaban a espacios de culto privado y con respecto a las obras que se conservan de él, datan de los años 1650 a 1660.

Se observa una técnica claroscuro y a pesar de su devoción demuestra un agrado a la belleza femenina en el sentido naturalista aunado a una gracia casi infantil debido a la influencia de un artista italiano de nombre Rafael que conoció gracias a los grabados.

Donde se evidencia los esbeltos modelos juveniles de las Vírgenes además de la delicada expresión en sus rostros maternales que hace innecesario el empleo de otros símbolos además la influencia de la pintura flamenca.

Que se observaba en la indumentaria y entre las que se puede señalar está la Virgen del Rosario con el Niño que se halla en el Museo del Prado.

Además de la Virgen con el Niño del Palacio Pitti en la que se observa la tierna expresión de la Virgen además de la juguetona sonrisa del Niño donde se entremezcla una variedad de tonalidades de color rosa y azul como anticipo de un nuevo movimiento artístico el rococó.

Al igual que estos cuadros de Murillo se observó su interés por otras obras artísticas que corresponden al ciclo infantil de Cristo como es el caso de la Huida a Egipto que se halla en la ciudad de Detroit en el Institute of Arts.

También podemos mencionarte la Sagrada Familia que se encuentra en el Museo del Prado y otras dos versiones del mismo en el Derbyshire y Chatsworth House.

Murillo se hallaba interesado en los aspectos infantiles del Cristo y la emotividad de la pintura barroca española lo pone de manifiesto en otros cuadros de Murillo como es el Niño Jesús dormido sobre la cruz o bendiciendo además del Bautista niño o también llamada San Juanito.

Podemos hacerte mención de la versión que se halla resguardada en el Museo del Prado siendo considerada una obra de este artista tardía y data del año 1675 siendo una de las más conocidas las cuales se dibujó con una pincelada fluida en un fondo plateado de perfiles que se encuentran deshechos.

Con respecto al Tópico del Buen Pastor que ya había interpretado nuestro artista recurre a una versión infantil la cual ideó en tres obras artísticas quizá la más antigua que data del año 1660 se halla en el Museo del Prado.

La cual representa a un niño con la oveja perdida con tono de melancolía y devoción, sentado tras un fondo de paisaje que se encuentra en ruinas.

Otra de las versiones de los cuadros de Murillo resalta a Jesús de pie conduciendo un rebaño y se encuentra en la ciudad de Londres en la Colección Lane donde se observa un paisaje pastoril además el rostro del Niño mira al cielo ganando en expresividad.

Por último está el de San Juanito y el cordero que se halla en la ciudad de Londres en el National Gallery donde el pequeño Juan bautista aparece risueño.

Mientras que está abrazando a un cordero pero no podemos dejar de mencionar a Los Niños de la Concha que también se halla en el Museo del Prado y hace una remembranza a San Juanito y Niño Jesús jugando relacionada con la piedad y es una obra pictórica muy popular.

Tópicos referentes a la Pasión

En los cuadros de Murillo se puede observar escenas relacionadas con el martirio como es el caso del Martirio de San Andrés la cual se halla resguardada en el Museo del Prado aunque son frecuentes las imágenes que aluden devoción como es la Pasión de Cristo.

Uno de los tópicos que más se repite en los cuadros de Murillo se refiere al Ecce Homo en forma aislada o formando pareja con la Dolorosa de acuerdo a los modelos que realizaba Tiziano y se observan con gran frecuencia en diversas obras de arte que se hallan en el Museo del prado.

También de medio cuerpo como se encuentra en el Heckscher Museum en New York que data entre los años 1660 a 1670. También se hallan otros cuadros en diversos lugares del mundo como es el caso de Texas en el Museo de Arte al igual que en la ciudad de Boston en el Museum of Fine Arts.

Podemos hacer mención en el museo de Bellas Artes de Sevilla y en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign el cual no es evangélico.

Pero trata asuntos sagrados que son de importancia para la Iglesia católica  gracias a su expresividad donde se contempla al redentor totalmente desvalido además de magullado.

Donde recoge las vestiduras que se encuentran esparcidas por la sala siendo un ejemplo de humildad además de mansedumbre. Otro de los cuadros de Murillo relacionado con este tópico se refiere al Cristo de la Columna al lado de San Pedro en lágrimas.

El cual hace alusión al perdón y fue realizado para el canónigo Justino de Neve además sobresale el rico material empleado para el soporte el cual hoy en día se conoce que es una lámina de obsidiana que se trajo de la nación mexicana.

Esta pieza es mencionada en el inventario de los bienes de Justino de Neve en el momento de su muerte además de una Oración en el Huerto que fue pintada sobre este mismo material.

Las mismas fueron adquiridas en la subasta por el cirujano Juan Salvador Navarro y de él a las manos de Nicolás Omazur y hoy en día se encuentran en el Museo de Louvre.

Con respecto al Género Profano

En lo que respecta a los cuadros de Murillo se observan alrededor de veinticinco producciones artísticas referentes a este género donde se observa algunas obras artísticas referentes a temas infantiles debes saber que muchos de estos temas fueron traídos a España por comerciantes flamencos que residían en Sevilla.

Entre estos clientes figuraba Nicolás de Omazur quien era un importante coleccionista de obras del pintor con destino al mercado nórdico entre algunos de ellos se hallan los Niños Jugando a los dados que se encuentra en el Alte Pinakothek de la ciudad de Múnich.

Se observa en los cuadros de Murillo que sus protagonistas son niños mendigos o familias humildes ataviadas de indumentarias casi convertidas en harapos pero las cuales contrastan con la felicidad en la que se encuentran en el momento en que han sido retratados.

Un ejemplo de ello es el Niño que se encuentra absorto limpiando su cuerpo de las pulgas y que se halla en el Museo del Louvre que de acuerdo a su manejo de la técnica se considera data del año 1665 a 1675.

Se observa en los cuadros de Murillo como el espíritu infantil siempre se encuentra dispuesto al juego como se observa al niño con su mendrugo de pan y que se encuentra distraído con un perrito que juega simultáneamente entre sus piernas a la par que la abuela le limpia la cabeza de los piojos y alude a un viejo refrán:

“…niño con piojos saludable y hermoso…”

Demuestra la alegría infantil en uno de los cuadros de Murillo como es Niño Sonriendo en la Ventana no tiene más significado que su hermosa sonrisa al asomarse a la ventana por un hecho que le  causa tal gracia pero a los espectadores se les impide conocer el asunto.

Otros cuadros de Murillo como son Dos Niño Comiendo de una Tartera o Los Niños jugando a los dados siendo un juego que no  era aprobado por las personas moralistas.

Pero su fin era el retratar a la alegría en un simple juego como también se observa en la obra Invitación al Juego de la Pelota a Pala.

Donde se demuestra la duda del niño que debe hacer un recado o quedarse jugando con otro que se nota su picardía y le invita a jugar. También podemos hacer mención a otra de sus obras Tres Muchachos o Dos Golfillos y un Negrito.

Donde se observa la confrontación psicológica ante un hecho inesperado un niño negro que lleva en sus hombros un cántaro.

Nuestro artista puede hacer alusión a este cuadro a Martín su esclavo negro cobrizo que nació hacia el año 1662 se encuentra cerca de dos muchachos que se encuentran dispuesto a merendar una tarta.

Con un gesto amable solicita un trozo y uno de ellos se observa divertido en darle mientras que el otro chico trata de ocultarla entre sus manos de forma nerviosa.

Otro ejemplo de ello es la obra artística llamada dos mujeres en la ventana que se halla en la National Gallery of Art en Washington el cual pertenece quizá a una escena de un burdel y que habría obtenido Nicolás de Omazur en la subasta testamentaria de Justino de Neve.

Referente a los Retratos

Son pocos los cuadros de Murillo respecto al género del retrato uno de ellos es el del canónigo Justino de Neve el cual se halla en la ciudad de Londres en el National Gallery. Donde se muestra sentado en su escritorio y un perrillo faldero a sus pies con un fondo muy elegante el cual se abre a un jardín siendo muy propio de la pintura barroca española.

También realizó retratos de cuerpo entero como lo demuestra el retrato de Don Juan Antonio de Miranda y Ramírez de Vergara el cual forma parte de la colección de los duques de Alba data del año 1680. Podemos hacer mención a los retratos de Nicolás de Omazur que se hallan en el Museo del Prado al igual que los de su esposa Isabel de Malcampo donde se muestra un gusto flamenco.

Pues ella lleva en sus manos unas flores mientras él una calavera los cuales simbolizan la pintura vanitas que es de tradición nórdica. Esta forma también la utilizó para realizar sus dos autorretratos en uno de ellos se ve juvenil y se encuentra sobre una piedra de mármol como si fuese un relieve.

Con respecto al otro que pintó por solicitud de sus hijos se encuentra en un marco ovalado y juega con la ilusión óptica pues una de sus manos sale de la obra y se encuentra acompañado de sus instrumentos de dibujo.

Otro de los cuadros de Murillo que resulta muy singular y llamativo es el retrato de Don Antonio Hurtado de Salcedo muy conocido como el retrato del Cazador y data del año 1664 forma parte de una colección particular.

Es un cuadro de gran tamaño y el marqués de Legarda es el protagonista de esta obra que se encuentra en momento pleno de montería erguido y de frente con la escopeta apoyada en el suelo se encuentra acompañado en el retrato por un sirviente y tres perros.

Últimos Cuadros de Murillo y su fallecimiento

Luego de realizar la serie que realizó para el Hospital de la Caridad que fue muy bien cancelada Murillo no recibió encargos de esa magnitud en el año 1678.

Se evidenció una temporada hambruna en la nación española y luego en el año 1680 un terremoto creó nuevos daños.

Por lo que los recursos económicos de la iglesia se invirtieron en la caridad por lo cual no pudieron embellecer los templos aunque esto sucedió a nuestro artista no le faltó encargos de otros mecenas como es el caso de Justino de Neve además de comerciantes extranjeros que residían en la  ciudad de Sevilla.

Los cuales solicitaron obras artísticas religiosas para sus oratorios privados al igual que cuadros de Murillo sobre otros géneros. Con respecto a Nicolás de Omazur arribó a la ciudad de Sevilla en el año 1656 y en tan solo catorce años llegó a realizar el encargo de treinta y un obras de nuestro artista.

Entre las cuales se halla Las Bodas de Caná que se encuentra en Barber Institute en Birmingham. También podemos hacer mención de otro cliente de origen genovés Giovanni Bielato que se estableció en la ciudad de Cádiz en el año 1662.

Debes saber que este comerciante fallece en el año 1681 hereda al convento de Capuchinos de su ciudad natal los siete cuadros de Murillo de diversos años que poseía los cuales se encuentran en diversos museos actualmente.

Con respecto a estos cuadros de Murillo podemos hacer mención del Santo Tomás de Villanueva dando limosna que se halla en la ciudad de Londres en The Wallace Collection en el año 1670.

Se comenta que la muerte de Murillo fue a consecuencia de una caída del andamio cuando se encontraba pintando en un cuadro enorme titulado Los Desposorios de Santa Catalina.

Esta caída produjo en el artista una hernia que no se dejó revisar y por ello muere poco tiempo después pues no volvió a salir de la ciudad de Sevilla desde finales del año 1681 y el 03 de abril de 1682 fallece.

Unos días antes específicamente el 28 de marzo de 1682  había estado en uno de los repartos de pan que organizaba la Hermandad de la Caridad de la cual formaba parte. Para tu información hereda sus bienes a su hijo Gaspar Esteban Murillo que era clérigo al igual que a Justino de Neve y a Pedro Núñez de Villavicencio.

Este testamento lleva fecha del día de su muerte en este documento explicaba que presentaba una deuda a Nicolás de Omazur pues le había dado dos lienzos menores por el valor de sesenta pesos y aún le debía cuarenta pesos de cien que le había dado.

Dos lienzos que no había terminado uno de Santa Catalina que era un encargo de Diego del Campo por un valor de treinta y dos pesos. Además de otro cuadro de medio cuerpo de Nuestra Señora para un tejedor y no recordaba el nombre del señor.

Además faltaba el gran lienzo de los Desposorios místicos de Santa Catalina para el altar mayor de los capuchinos de Cádiz del que solo realizó el dibujo sobre el lienzo y aplicar el color a tres figuras.

Este cuadro lo terminó uno de sus discípulos de nombre Francisco Meneses Osorio quien se encargó de realizar los demás cuadros de este templo religioso en la ciudad de Cádiz, los cuales se hallan hoy en día resguardados en el Museo de Cádiz.

Estudiantes y seguidores de Murillo

Debes estar al tanto que los cuadros de Murillo referente a los temas religiosos creció en auge a finales de las últimas décadas del siglo XVII en la ciudad de Sevilla al igual que el siguiente siglo.

Es importante destacar que ninguno de sus estudiantes logró aprender el dominio del dibujo ligero y suelto de Murillo ni mucho menos la luminosidad y la transparencia del color que era una gran cualidad de este artista.

Uno de los estudiantes que mayormente se conoce es Francisco Meneses Osorio quien se encargó de completar el trabajo iniciado por Murillo tras su caída en el retablo de los Capuchinos en la ciudad de Cádiz.

También podemos hacer mención de Cornelio Schut el cual llegó a la  ciudad de Sevilla y se conocen algunos lienzos muy similares a los cuadros de Murillo pero en cuento a sus obras al óleo no pasaron de ser discretas.

Otro de sus estudiantes y amigo fue Pedro Núñez de Villavicencio y pertenecía a la Orden de Malta permitiendo el contacto con la pintura de otro artista Mattia Preti en sus obras se observa demasiada carga de pasta en lo que respecta a sus pinceladas. Existieron varios estudiantes de los cuadros de Murillo entre los que podemos mencionar se encuentra:

  • Jerónimo de Bobadilla
  • Juan Simón Gutiérrez
  • Esteban Márquez de Velasco
  • Sebastián Gómez
  • Juan de Pareja

Es importante destacar en el siglo XVIII a los pintores Alonso Miguel de Tovar y Bernardo Lorente Germán que fue el encargado de pintar a las Divinas Pastoras gracias a la influencia de Murillo otro artista de gran relevancia de este siglo fue Domingo Martínez quien sirvió a la corte desde el año 1729 a 1733.

Siendo una época de gloria para el artista Murillo por la gran importancia que le prestó la reina Isabel de Farnesio que se encargó de comprar todos los cuadros de Murillo que hubiese en esta ciudad de Sevilla. Cabe destacar, que estos cuadros son hoy en día los que se resguardan en el Museo del Prado.

Valoración crítica de este artista

Se puede observar gran cantidad de cuadros de Murillo en colecciones flamencas y en las regiones alemanas específicamente relacionados con escenas de géneros un ejemplo de ello son Niños comiendo Uvas y Melón que se halla en la ciudad de Amberes desde el año 1658.

Con respecto a otro de los cuadros de Murillo resalta Niños jugando a los dados el cual se encuentra documentado en el año 1698 en la ciudad de Amberes pues ambos lienzos fueron comprados por Maximiliano II.

Otros cuadros de Murillo se encuentran en la nación italiana las cuales fueron donadas por el comerciante Giovanni Bielato a la iglesia de los Capuchinos y de donde se cayese el propio Murillo del retablo Mayor.

En cuanto a la nación de Inglaterra los cuadros de Murillo fueron llevados por el Lord Godolphin en el año 1693 quien compró por un alto monto un cuadro titulado los Niños de Morella que hoy en día se conoce como Los Tres Muchachos.

Es importante destacar que el impulso de los cuadros de Murillo fue gracias a la primera biografía que se le dedicó a este ilustre pintor en el año 1683 que se incluyó en la Academia nobilissima artis victoriae y del tratadista Joachim von Sandrart que solo hablaba de Velázquez.

Por lo que nuestro artista Murillo es el único español con una biografía propia además de ilustrada con su autorretrato. Igualmente Francia también recibió cuadros de Murillo.

Como son dos obras que eran propiedad de la condesa de Verrue además de cuatro cuadros del género religioso  las cuales fueron adquiridas por Luis XVI para ser colocadas en el Louvre de allí la enorme popularidad de este pintor en tierras francesas.

En lo que respecta al siglo XIX muchos de los cuadros de Murillo salieron de Francia para ser colocados en el Museo de Napoleón además el mariscal Jean de Dieu Soult hurtó en Sevilla numerosas obras artísticas de nuestro artista.

De las cuales se quedó con catorce cuadros de Murillo para su propia colección privada las cuales no volvieron a la ciudad española y en la subasta que realizó en la ciudad de París en el año 1852.

Se llegó a cancelar la extraordinaria suma de 586.000 francos de oro por la Inmaculada de Soult siendo un precio demasiado alto pagado hasta entonces por una obra de arte.

Otros cuadros de Murillo se subastaron en Francia y en Londres siendo colecciones del banquero Alejandro María Aguado y de Luis Felipe I las cuales fueron muy valoradas luego de la exposición que se realizó en el año 1848.

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