Conoce las semblanzas y mito de Afrodita

Es la antigua deidad griega del amor y la belleza, vinculada con Venus por los romanos. Su nombre compuesto por la palabra  Aphros que se traduce como espuma, guarda relación con la historia de su nacimiento, que Hesíodo relata en su Teogonía. ¡Conozca todo sobre el mito de Afrodita, la divinidad más hermosa del panteón helénico!

MITO DE AFRODITA

Conociendo el mito de Afrodita

Rodeada de misticismo, el origen de la exuberante Afrodita es todo un misterio, los antiguos relatos indican que nació de la espuma blanca producida por los genitales amputados de Urano, cuando su hijo Cronos los dejó caer al mar.

Por esta razón Afrodita fue considerada una deidad marina y protectora de los hombres de mar, invocada por los marinos para una buena travesía. Pero también fue respetada y honrada como deidad de la guerra, sobre todo en ciudades con mucha tradición guerrera como Esparta, ademas de Tebas, Chipre y otras regiones de la nación helénica.

Sin embargo, en el mito de Afrodita se le conocía principalmente como una diosa del amor y la fertilidad e incluso ocasionalmente presidía el matrimonio. Por otro lado, en la antigüedad las prostitutas consideraban a Afrodita su patrona, su culto público era generalmente solemne e incluso austero.

Algunos eruditos creen que el culto al mito de Afrodita llegó a Grecia desde Oriente, pues muchos de sus atributos recuerdan a las antiguas diosas del Medio Oriente, Ishtar y Astarté. Aunque Homero la llamó «Cipria» por la isla principalmente famosa por su culto, ya estaba helenizada en la época de Homero y según sus escritos era hija de Zeus y Dione, su consorte en Dodona.

En el Libro VIII de la Odisea, Afrodita no coincidía con Hefesto, el dios herrero cojo y en consecuencia pasó su tiempo con el hermoso dios de la guerra, Ares. Gracias a estos apasionados romances se convirtió en la madre de Harmonía, los gemelos guerreros Fobos y Deimos y Eros, el dios del amor.

De los amantes de naturaleza mortal, los más importantes en el mito de Afrodita fueron el pastor Anquises originario de Troya, por quien se convirtió en la madre de Eneas y el apuesto joven Adonis, quien fue asesinado por un jabalí mientras cazaba.

Las mujeres lo lamentaban en la fiesta de Adonia, una forma de culto de Adonis que tenía características del inframundo, cabe destacar que está exuberante diosa también estaba relacionada con los muertos en Delfos.

MITO DE AFRODITA

Los principales centros de culto del mito de Afrodita se encontraban en Paphos y Amathus, en Chipre y en la isla de Cythera, una colonia minoica, donde en tiempos prehistóricos probablemente se originó su culto. En el continente griego, Corintio era el principal centro de su adoración. Su estrecha asociación con Eros, las Gracias y las Horae enfatizó su papel como promotora de la fertilidad.

Fue honrada por el poeta romano Lucrecio como Genetrix, el elemento creativo del mundo y sus epítetos  Ourania (Morador celestial) y Pandemos (De todo el pueblo) fueron empleados  por el filósofo Platón para referirse al amor intelectual y común.

El término Ourania se considera una mención honorífica y se utilizaba para ciertas deidades de Asia, mientras que Pandemos hace referencia a la posición que ocupa en la ciudad-estado.

En el mito de Afrodita se especifica que entre sus símbolos estaban la paloma, la granada, el cisne y el mirto. Las representaciones de Afrodita en el arte griego temprano siempre la presentan ataviada con una túnica y  no tiene rasgos distintivos que la diferencian de otras diosas.

No obstante, alcanzó la individualidad por primera vez de la mano de los grandes escultores griegos del siglo V a. C. Quizás la más conocida de todas las estatuas del mito de Afrodita fue tallada por Praxiteles, la primera figura femenina sin prenda alguna de grandes dimensiones que más tarde se convirtió en el modelo de obras maestras helenísticas, como la Venus de Milo del siglo II a. C.

Nacimiento del mito de Afrodita

Homero y Hesíodo cuentan dos historias diferentes sobre el origen de esta divinidad en sus escritos. Según el primer mito de Afrodita, era la hija de Zeus y la Titánide Diona, convirtiéndola así en una diosa de segunda generación, al igual que la mayoría de los olímpicos.

Por otro lado, Hesíodo cuenta un mito de Afrodita totalmente diferente, mucho más conocido y popular, desde la antigüedad hasta nuestros días. Según él, Afrodita surgió de las aguas, cuando los genitales de Urano fueron lanzados al mar por uno de sus descendientes, Crono. La diosa del amor emergió sobre una concha de vieira, completamente desarrollada, desnuda y más hermosa que cualquier cosa que nadie haya visto antes o después.

MITO DE AFRODITA

¿Dónde nació el mito de Afrodita?

Paphos o Pafos, es por estos días una ciudad al suroeste de la República de Chipre. Pero en la antigüedad Paphos era también el nombre de dos ciudades que fueron las precursoras de la ciudad moderna. La ciudad más antigua estaba ubicada en la actual Pírgos (Kouklia) y New Paphos, que había reemplazado a Old Paphos o Palaepaphos en la época romana, estaba a 16 km más al oeste. New Paphos y Ktima conforman la moderna Paphos.

La antigua Pafos, que fue colonizada por conquistadores griegos en el período micénico, se dice que fue el sitio legendario donde nació el mito Afrodita, la diosa que emerge de la espuma del mar y que además exhibía un famoso templo en homenaje a esta diosa del panteón helénico.

En la época helénica, Pafos ocupaba el segundo lugar después de Salamina en extensión e influencia entre los estados de Chipre. La dinastía Cinyrad gobernó Pafos hasta su conquista final por Ptolomeo I de Egipto (294 a. C.). La antigua Paphos disminuyó en influencia después de la caída de Cinyradae, la fundación de Nueva Paphos y la conquista romana de Chipre (58 a. C.), finalmente quedó desierto después del siglo IV d.C.

New Paphos, que había sido la ciudad portuaria de Old Paphos, se transformó en la capital administrativa de toda la isla en la época ptolemaica y romana. La ciudad fue atacada y destruida por asaltantes musulmanes en el año 960 y la ciudad moderna comenzó a crecer solo después de la ocupación británica en 1878.

El puerto, centro de la vida de la ciudad, fue mejorado en 1908 y 1959 pero sigue siendo demasiado pequeño para manejar un gran tráfico comercial y por lo tanto, solo sirve a una flota pesquera local activa.

A pesar de las dificultades económicas derivadas del asentamiento en Pafos de unos 5.000 refugiados grecochipriotas después de la ocupación turca de 1974, a finales del decenio la ciudad se había convertido en el centro de un fuerte desarrollo económico, incluidos un polígono industrial y hoteles turísticos, que aprovechan sus bellezas naturales y su rica mitología, sobre todo cuando se trata de la diosa Afrodita.

La manufactura de la ciudad consiste en pequeñas empresas que producen ropa, calzado, carne enlatada, bebidas y aceites vegetales. Los puntos de interés locales incluyen iglesias ortodoxas, la mezquita Djami Kebir, el castillo de Paphos, los baños francos y el santuario de Afrodita.

MITO DE AFRODITA

Nombres y epítetos

Adorada básicamente por todo el mundo en la antigüedad, esta divinidad nacida del mar, fue llamada en diferentes culturas antiguas por nombres distintos:

  • Griego: Afrodita
  •  Romano: Venus
  •  Sumeria: Inanna
  •  Fenicia: Astarté
  •  Etrusca: Turan

Además de los diferentes nombres que recibió esta diosa antigua, se le adjudicaron diferentes epítetos que destacaban algunas de sus cualidades o características, tales como:

  • Pandemos: de todo el pueblo.
  • Ourania: celestial, ideal, amor puro.
  • Genetrix: la creatividad del mundo
  • Cipris: Señora de Chipre por tener un culto muy arraigado en la isla de Chipre.
  • Anadiómena: nacida de la espuma del mar.
  • Citerea: señora de Citerea o que fue fecundada en ese lugar.
  • Pafia: originaria de Pafos.
  • Enoplios: armada, término utilizado en Esparta
  • Pelagia o Pontia: protectora de la gente de mar.
  • Androfono: que mataba hombres.
  • Basilis: reina.
  • Genetilis: maternidad.
  • Philopannyx: de la noche entera.
  • Praxis: del acto sexual.

Algunos moralistas griegos intentaron hacer una distinción entre dos Afroditas, alegando que Afrodita Pandemos, es la diosa del deseo, el erotismo y la lujuria y Afrodita Ourania, la del amor platónico. como lo deja ver Platón en este fragmento:

Todos sabemos que no hay Afrodita sin amor. En el caso, pues de que fuera única habría tan sólo un Amor, pero como existen dos, necesariamente habrá dos amores. ¿Y cómo negar que son dos las diosas?

Una de ellas no tuvo madre y es hija de Urano, por lo cual le damos el nombre de Urania; la otra es hija de Zeus y de Dione y la llamamos Pandemo. De ahí que sea necesario también llamar con propiedad al Amor que colabora con esta última Pandemo y al otro Uranio. (Platón, Banquete 181 a. C)

En el presente sabemos que se trataba de una sola diosa, un único mito de Afrodita pero que era nombrada también por otros epítetos que se contradicen y que usualmente describen la naturaleza complicada y conflictiva del amor: amante de la sonrisa, misericordiosa y la que pospone la vejez, pero también impía, oscura o asesina de hombres.

Representación y simbolismo del mito de Afrodita

Si Apolo representaba el ideal del cuerpo masculino perfecto para los griegos, el mito de Afrodita era sin duda su contraparte femenina más apropiada. Hermosa y encantadora, con frecuencia la representaban desnuda, como una doncella simétricamente perfecta, infinitamente deseable y fuera de su alcance.

A veces se la representaba junto a Eros y con algunos de sus principales atributos y símbolos: una faja mágica y una concha, una paloma o un gorrión, rosas y mirtos. Son muchos los artistas que han intentado recrearla durante los siglos pasados, por ejemplo, el maestro escultor Praxiteles y el pintor Apeles, cuya famosa obra se perdió hace mucho.

Praxiteles modeló una escultura célebre de Afrodita, pieza que si ha sobrevivido hasta nuestros días. Su amante y musa para dicha pieza fue Phryne, una hermosa dama de compañía griega, considerada la más codiciada de la época.

La escultura de afrodita de Praxiteles es uno de los desnudos femeninos más conocidos de la historia. Platón dice que cuando Afrodita vio la escultura, sorprendida pregunto, en que lugar la vio el escultor sin atuendo alguno.

Afrodita no tuvo infancia, por lo que es retratada constantemente como una adulta joven, ya en edad de casarse, irresistible y deseable, generalmente sin ropa alguna.

Personalidad de la deidad

Es una figura de belleza sin igual, eso indica el mito de Afrodita y a sabiendas de esto es vanidosa, voluble, temperamental y extremadamente susceptible, se ofende fácilmente y es vengativa. Aunque está casada, algo que no es común en los dioses del Panteón griego, con mucha frecuencia le es descaradamente infiel a su marido.

En el mito Afrodita, la describen como implacable y vengativa, pocos se atrevieron a resistir su poder y ella no tuvo piedad de ninguno, propio de su carácter cuando se le desafía. Por ejemplo, Hipólito prefirió a Artemisa en su lugar, Afrodita hizo que su madrastra Fedra se enamorara de él, lo que resultó en la muerte tanto de ella como de Hipólito.

Después de que Afrodita se enteró de que Eos la diosa de la aurora se había acostado con Ares, la maldijo para que estuviera perpetua e infelizmente enamorada. Diomedes el héroe griego hirió a la diosa durante la Guerra de Troya, este estuvo a punto de matar a Eneas y atacó a la propia diosa causando daños en su muñeca.

Afrodita soltó rápidamente a Eneas, quien fue rescatado por Apolo, otro protector olímpico del troyano. Diomedes debió pensarlo mejor antes de desafiar a Afrodita, pues la temperamental deidad hizo que de repente, la esposa del griego, Aegiale comenzará a dormir con sus enemigos.

Psyche la personificación del alma, habría pasado por una prueba aún peor, como descender al inframundo. Pero, afortunadamente para ella, Eros, el vengador de Afrodita, se enamoró de ella.

Los amores y aventuras de Afrodita

La todopoderosa Afrodita, es la diosa que ni los dioses pueden resistir, conocida como una amante desenfrenada y de belleza sobrenatural la hija de Urano tiene una lista de romances lícitos e ilícitos que definitivamente debe conocer:

Afrodita y los dioses helénicos 

El mito de Afrodita indica que su belleza hizo perder la cabeza a muchos de los olímpicos, que deseaban desesperadamente apropiarse de la belleza inmortal de la mujer, que nunca tuvo entre sus planes serle fiel a ninguno. Algunos de los romances más conocidos de la deidad incluyen:

Afrodita y Hefesto

Afrodita era tan hermosa que solo las tres diosas vírgenes, Artemisa, Atenea y Hestia, eran inmunes a sus encantos y poder. Como era de esperar, en el momento en que llegó al Olimpo, con o sin intención causó estragos entre los otros dioses, cada uno de los cuales instantáneamente quiso tenerla para sí mismo.

Para evitarlo, Zeus se apresuró a casarla con Hefesto, el más feo de los olímpicos. Algo que contuvo el inconveniente por muy poco tiempo, simplemente porque Afrodita no tenía entre sus planes ser fiel a su cónyuge.

Afrodita y Ares

Aunque fue obligada a contraer nupcias, la diosa era impetuosa y apasionada, así que ser fiel no era su estilo. Entonces, comenzó una aventura con alguien tan destructivo y violento como ella: Ares.

Helio, sin embargo, los vio e informó a Hefesto. Este a quien los demás dioses veían como el dios cornudo, se aseguró de diseñar una fina red de metal, que atrapó a la pareja la próxima vez que se tumbaran juntos en la cama. Para colmo de males, Hefesto pidió a todos los demás dioses que se rieran de los adúlteros y los liberó solo después de que Poseidón accediera a pagar por su liberación.

Pero esto no hizo que se rindiera, el mito de Afrodita relata que sus amoríos continuaron y después del escándalo de la red de bronce, dio a luz aproximadamente a ocho hijos del dios de la guerra: Deimos, Phobos, Harmonia, Adrestia y los cuatro Erotes, llamados Eros, Anteros, Pothos e Himeros.

Afrodita y Poseidón

¡Pobre Hefesto! Nunca se imaginó que el lujurioso y enamoradizo Poseidón quedaría prendado a Afrodita. Al verla  sin ropa, se enamoró de ella con locura, aunque para el dios de los mares esto no era nada difícil. Mucho tiempo después indudablemente lo descubrió, ya que Afrodita le dio al señor de los mares al menos una hija, que llamaron Rhode.

Afrodita y Hermes

Hermes no tuvo muchas consortes, pero sí mantuvo un amorío con Afrodita muy corto pero intenso. Además teniendo en cuenta que Príapo en los relatos antiguos es visto como descendiente de Dioniso y Afrodita, parece que solo Zeus y Hades  no sucumbieron a la pasión por la diosa del amor. Aunque el señor del inframundo ni siquiera vivía en el Olimpo y el primero pudo haber sido su padre.

Afrodita entre los mortales

Cuando no estaba ocupada haciendo que otras personas se enamoraran, Afrodita tenía algo de tiempo para enamorarse ella misma y no solo los dioses fueron su objetivo. Como muchas otras deidades del panteón helénico, Afrodita en algunas oportunidades puso sus ojos en mortales:

Adonis

Adonis fue hijo de Myrra, una mujer a la que Afrodita transformó en árbol. La diosa le colocó en una caja y lo llevó al inframundo, pidiendo a Perséfone que lo cuidara bien. No obstante, cuando regresó al inframundo a verlo mucho tiempo después, al verlo se enamoró del ahora inusualmente guapo mortal.

Entonces, pidió que Adonis, regresara con ella. Por supuesto Perséfone que se había encargado de él, no lo permitiría. El padre de los dioses Zeus, dio fin al enfrentamiento decidiendo que Adonis estaría un tiempo con cada una de las deidades, tanto en el mundo exterior como en el Hades.

Sin embargo, Adonis prefería a Afrodita y cuando llegó el momento, no quería volver al inframundo. Perséfone envió un jabalí para matarlo y el hermoso joven murió desangrado en los brazos de Afrodita. La pareja tuvo dos hijos: Beroe y Golgos.

Anchises

En otra ocasión, Afrodita se enamoró de un príncipe troyano llamado Anchises, fingiendo ser una princesa, lo sedujo y se acostó con él. Solo después ella se reveló, prometiéndole un hijo noble y advirtiéndole que se guardaba este secreto para él.

Anchises no pudo mantener su historia para sí mismo, por lo que fue alcanzado por el rayo de Zeus que lo cegó, así que el príncipe nunca pudo ver a su hijo, Eneas, el intrépido monarca del poderoso Imperio Romano.

París

París, el príncipe troyano, fue el último hombre en ver a la diosa Afrodita. Esto sucedió cuando se le encomendó la tarea de juzgar quién de las tres diosas: Afrodita, Hera o Atenea, era la más bella.

Afrodita le prometió a París la chica más hermosa del mundo si la elegía, así que, naturalmente, lo hizo. Afrodita se aseguró de conseguir a Helena, la reina espartana, un evento que desencadenó la sangrienta Guerra de Troya que duró una década.

El culto al mito de Afrodita

El culto al mito de Afrodita fue muy popular en la antigua Grecia con numerosos santuarios y templos en todo el país. Sus principales centros de culto dentro de Grecia eran la ciudad de Corinto en el Istmo y la isla de Kythera (Cytherea) frente a la costa de Lakedaimonia.

El respeto y la creencia fiel a Afrodita en Grecia derivó del de la diosa fenicia Asarte y de la divinidad mesopotámica Ishtar, a las que se relacionaba con el amor, la fertilidad, la sexualidad y la procreación.

Más allá de Grecia, la isla de Kypros o Chipre, era famosa por su culto misterioso a la diosa, pues Afrodita también fue honrada en este lugar con rituales privados y oraciones. Fue adorada como una diosa guerrera y también fue la diosa patrona de las prostitutas. Esta deidad ha sido retratada como una diosa complicada, pero generosa y cariñosa con quienes la respetaban, podía ser fácilmente ofendida y gracias a su mal genio, muchos de sus enemigos recibieron reprimendas de manera brutal.

Culto en Chipre

El culto al mito de Afrodita, que estaba muy extendido en Chipre, se centró en el área de Paphos y data del 1.500 a. C. El distrito de Paphos cuenta con el lugar de nacimiento de Afrodita en Petra Tou Romiou, el Santuario de Afrodita en Palaepaphos y el baño de Afrodita cerca de Polis.

En la leyenda, Afrodita emergió de la espuma del mar y se convirtió en consorte del rey Kinyras. En un ataque de celos, Afrodita convirtió a su hermosa hija Myrrha, en un arbusto fragante, una rosa de roca que contiene mirra, la Cistus creticus, que crece en todo Troodos. Adonis nació del bosque de la zarza y ​​se convirtió en el amante de Afrodita.

De hecho, la leyenda se basa en la dinastía Kinyrid y los rituales de Afrodita y Adonis sobreviven en el festival de las flores de primavera de Paphoit, el Anthistiria  y el festival de las inundaciones en junio, Kataklysmos, donde una zambullida en el mar hace eco de la salida de esta hermosa deidad de las olas.

Astarté fue admitida por los griegos con el nombre de Afrodita y la isla de Chipre, era uno de los mayores centros de fe de esta figura, que luego le otorgó el nombre de Cipria como el sobrenombre más común de Afrodita.

Puede ser entonces que Afrodita nació en sentido figurado, en su largo paso por mar desde el mundo asirio al antiguo mundo griego en Chipre, un lugar conveniente entre los dos territorios donde tuvo lugar y podría ubicarse su transformación de Astarté/Ishtar a la diosa Afrodita.

El culto de Afrodita puede remontarse a los cultos asirios de Ishtar y Astarté. Existe evidencia de que Ishtar y Astarté fueron adorados en Pafos a principios de la Edad del Hierro y fueron traídos, por así decirlo, a la isla por los fenicios junto con el culto egipcio de Hathor, quien también puede haber sido identificado con Afrodita.

Ishtar era una diosa del amor y la guerra y su culto involucra la prostitución sagrada y generalmente era fatal para sus amantes. Astarte era otra diosa del amor y la guerra y era muy venerada en todo el antiguo Medio Oriente. Aparece en el antiguo Egipto durante la dinastía XVIII, entre 1550-1292 antes de Cristo.

De hecho, la historia antigua de Chipre es también una historia de los cambios de cultos y dioses y diosas de los diferentes gobernantes y colonizadores de la isla. Los fenicios introdujeron sus propias deidades: las diosas Astarte y Anat y los dioses Baal, Eshmoun, Reshef, Mikal, Melqart y Shed.

También introdujeron los cultos egipcios de Bes, Ptah, Hathor y Thoeris. En el siglo IV a. C., los cultos griegos se generalizaron en la isla y hay una identificación gradual de los dioses y diosas chipriotas y fenicios con las deidades griegas.

Pero debajo de todo esto es evidente la centralidad de la Gran Diosa Madre de la fertilidad, ya sea conocida como Afrodita, Astarté, Wanassa (la dama’), Hathor o Atenea.

Culto en Sición

En la antigüedad se afirma que, al Sur de Grecia, en Sikyon existe un recinto, sagrado para Afrodita. Lo primero que hay dentro es una estatua de Antíope.

Después de esto es el santuario de Afrodita, en el que ingresa solo una mujer que después de su nombramiento no puede tener relaciones sexuales con un hombre, que ocupa su cargo sagrado durante un año. contempla a la diosa desde la entrada y ora desde ese lugar.

La imagen, que está sentada, fue hecha de oro y marfil, tiene en una mano una amapola y en la otra una manzana, a esta se le presentan ofrendas, que luego se queman en madera de enebros y añaden a la ofrenda una hoja de los paideros.

Esta es una planta que crece en las partes abiertas del recinto y que no se encuentra en ningún otro lugar. Son más pequeñas que las del roble, pero más grandes que las de la encina, con una forma es similar a la hoja de roble. Un lado es de color oscuro, el otro es blanco, como el de las hojas de álamo blanco.

Culto en Atenas

Existía un santuario de Ares en Atenas, donde se colocan dos imágenes de Afrodita, una de Ares y otra de Atenea. También hay un santuario de Afrodita Ourania, siendo los asirios los primeros hombres en establecer su culto, después de estos, los palestinos de Kypros y los fenicios que viven en Askalon en Palestina.

Egeo estableció el culto entre los atenienses, pues pensó que no tenía descendencia y que sufriría calamidades a causa de la ira de Afrodita Ourania, así que decidió rendirle tributo. La estatua que aún se conserva es de mármol de Paria y es obra de Fidias.

Una de las parroquias atenienses es la de los Athmoneis, que dicen que Porfirión, un rey anterior a Aktaio, fundó su santuario de Ourania. Pero las tradiciones entre las parroquias a menudo difieren por completo de las de la ciudad.

Afrodita en las Artes

El mito de Afrodita la diosa olímpica de la belleza, el amor y la procreación, ha sido objeto de obras de arte desde el siglo IV a. C. en las colonias de la antigua Grecia. A lo largo de los milenios, la figura de Afrodita se ha representado de muchas formas y con muchos materiales diferentes.

MITO DE AFRODITA

Existen versiones de ella parcialmente vestida, completamente desnuda, peinándose, montando en sus carros y bailando con otros dioses, en materiales variados como el mármol, terracota, piedra y cerámica. Una miríada de pinturas, dibujos y grabados representan a la diosa como tema, muchos de los cuales ilustran su vida.

En la escultura

La representación más conocida de Afrodita es la famosa estatua griega, Venus de Milo, de Alexandros de Antioquía, que permanece en la colección del Louvre, París. Controlando los cielos en su carro tirado por palomas y los mares en su carro tirado por tritón, Afrodita era la diosa del amor, la belleza, el placer y la fertilidad. Estaba sincretizada con la diosa romana Venus.

En la escultura clásica griega, la deidad era recreada como una figura femenina desnuda o media desnuda, con brazos estilizados que intentan cubrirse, en un gesto de falsa modestia.

Entre los años 364-361 antes de Cristo el escultor ateniense Praxiteles talló la estatua de mármol titulada Afrodita de Knidos o Venus de Cnido que fue elogiada por Plinio el Viejo como la escultura más grande jamás realizada.

Fue la primera Afrodita sin túnica, elaborada por el artista hacia el siglo V a.C. como una efigie de culto de la ciudad-estado de Knidos (Cnidus). No hay que dudar que este trabajo fue recibido con cierta polémica para esos días, pero el estilo se convirtió rápidamente en la norma.

Otra pieza escultórica de gran prestigio es El Nacimiento de Afrodita, es el relieve principal del Trono Ludovisi ubicado en el famoso Palacio Altemps, en Roma.

Se calcula que fue realizado entre el 460 y el 470 antes de Cristo y es una pieza espectacular, realizada en bajorrelieve en un gran bloque de  mármol blanco. Es la clásica escena del mito de afrodita donde se muestra a la diosa surgiendo del mar.  En la actualidad se encuentra en el Museo Nacional Romano.

En la pintura

Son muchas las pinturas y frescos sobre el mito de Afrodita, pues era motivo de inspiración para muchos artistas que no dudaron en dar rienda suelta a su talento para retratarla:

Afrodita surgiendo del mar (Apeles)

Apeles pintó a la diosa y su obra de arte hoy desaparecida fue titulada la Venus Anadiomena o Afrodita surgiendo del mar, tomando como modelo nuevamente a Friné.

Según Ateneo de Náucratis la mujer tenía un hermoso cuerpo que siempre cubría con una túnica, normalmente no acudía a los baños públicos, así que no se le contemplaba nunca sin vestimenta. Sin embargo, en las fiestas Eleusinias y en las realizadas en honor a Poseidón se despojaba de su vestimenta y dejaba suelto su cabello en presencia de todos para ir a nadar al mar.

Eran muchas las personas que se reunían durante esa importante fiesta religiosa, aun así, decidió nadar desnuda y el famoso pintor Apeles quedó tan abrumado por la exquisita visión que dibujó la pintura más famosa del mundo antiguo, que ahora está extraviada: Afrodita surgiendo del mar.

Definitivamente, cuando el artista la vio salir del agua se inspiró en su belleza para recrear a la diosa Afrodita, a la que el mundo describe como la deidad de la belleza cautivadora.

El Nacimiento de Venus (Alexandre Cabanel)

En la obra se puede apreciar la imagen de Afrodita, cuando es llevada a la orilla de la playa por la espuma del mar. Es una obra del año 1863, que se basa en el clásico mito del nacimiento de la diosa, permitiendo a los artistas pintar desnudos y hacer referencia al erotismo, sin escandalizar a las personas de la época. Fue sin duda un éxito en París, adquirido por Napoleón III.

El nacimiento de Venus (Sandro Botticelli)

La nascita di Venere o el nacimiento de Venus de Boticelli es una de las representaciones más famosas del nacimiento de Afrodita. Fue elaborado entre 1482 y 1485. Esta magnífica pieza del artista renacentista muestra un desnudo sin tratar de justificarlo con razones religiosas, alejándose además de la característica oscuridad de la edad media.

Nacimiento de Venus (W. A. Bouguereau)

Esta obra de 1879 es uno de los cuadros más importantes de este artista y representa también el nacimiento de la diosa, en edad adulta, desnuda y emergiendo de la espuma del mar.

Afrodita (Briton Riviére)

Una hermosa obra realizada en 1902 por el reconocido artista inglés, que se caracterizó por incorporar animales en sus pinturas, muy realistas y de gran belleza.

El Espejo de Venus (Edward Burne-Jones)

Este óleo sobre lienzo pintado por Sir Edward Burne-Jones en 1877 evoca a las obras renacentistas, en la suavidad de los rostros llenos de melancolía con vestimentas delicadas y clásicas.

No narra ningún episodio en particular, solo exhibe la figura de la diosa y sus acompañantes contemplándose en el estanque, rodeadas de un paisaje sobrio que procura no quitar protagonismo a las figuras.

Venus, Adonis y Cupido (Annibale Carracci)

Es una obra de óleo sobre lienzo que en la actualidad forma parte de la colección del Museo del Prado, en Madrid. Fue elaborado en el año 1590 y se considera una de las obras mas importantes de este artista.

Marte y Venus (Sandro Botticelli)

Elaborada en 1483, es una pintura de gran belleza y realismo, donde se observa a los grandes amantes rodeados de sátiros. En esta pintura, Venus ve a Marte dormitar, a la vez que dos pequeños sátiros juguetean con la armadura del guerrero y otro permanece tranquilo bajo su brazo.

La escena está ambientada en un bosque encantado, el sentido de la perspectiva y el horizonte son extremadamente estrechos y compactos. En primer plano, un enjambre de avispas se cierne sobre la cabeza de Marte, posiblemente como símbolo de que el amor suele ir acompañado de dolor.

MITO DE AFRODITA

En la literatura clásica

Como es de esperarse existen muchos relatos y referencias sobre Afrodita en la literatura clásica, algunos muy hermosos como la invocación a Afrodita por Lucrecio, al comienzo de Sobre la naturaleza de las cosas o el más largo de los tres Himnos homéricos dedicados a Afrodita.  Algunos fragmentos de estos escritos puedes leerlos a continuación:

Calimaco, Poema

 Estos obsequios a Afrodita los dedicó Simón, la luz del amor: un retrato de ella y el cinto que besaba sus pechos, y su antorcha, sí, y las varitas que ella, la pobre mujer, quiso llevar.

Plutarco, Vida de Teseo

Las mujeres de Atenas estaban celebrando en ese momento la Adonia, fiesta de Afrodita y Adonis, y en muchos lugares de la ciudad se colocaron pequeñas imágenes del dios para el entierro, y se celebraron ritos fúnebres en torno a ellas, con lamentos gritos de mujeres, de modo que aquellos que se preocupaban por tales asuntos estaban angustiados.

Virgilio, La Eneida

Venus entonces, conmovida como madre por el indigno dolor de su hijo, recoge el díctamo en el Ida cretense, el tallo de hojas rugosas que en una flor acaba de púrpura; no desconocen esta hierba las cabras agrestes cuando se clavan en su lomo las flechas voladoras.

Venus, con la figura escondida en una oscura nube, lo trajo y con él tiñe el agua vertida en un brillante cuenco, curando en secreto, y la riega con los jugos de la salutífera ambrosía y con la pánace olorosa.

Homero, Himno V

Cuéntame, Musa, las acciones de la muy áurea Afrodita, de Cipris, que despierta en los dioses el dulce deseo y domeña las estirpes de las gentes mortales, a las aves que revolotean en el cielo y a las criaturas todas, tanto a las muchas que la tierra firme nutre, como a cuantas nutre el ponto.

A todos afectan las acciones de Citerea, la bien coronada. Tres corazones hay, sin embargo, a los que no puede persuadir ni engañar…

Ella le arrebata el sentido incluso a Zeus que se goza con el rayo… Engañando cuando quiere sus sagaces mentes, lo une con la mayor facilidad a mujeres mortales, haciéndolo olvidarse de Hera…

https://youtu.be/Cu72R5PY_9s

Lucrecio, Naturaleza de las cosas

Gracias a ti toda especie viviente es concebida y surge a contemplar la luz del sol: ante ti huyen las nubes, la tierra te extiende una alfombra de flores, las llanuras del mar te sonríen y un plácido resplandor se difunde por el cielo.

Pues en cuanto la primavera descubre su faz, te saludan primero las aves del aire y anuncian tu llegada; después, fieras y rebaños retozan por los lozanos pastos y cruzan los rápidos ríos: así, prendidos de tu hechizo, te siguen todos afanosos.

Nombre romano de Afrodita

Venus, es una antigua diosa italiana asociada con los campos cultivados y los jardines, que tiempo después fue igualada por los romanos con la temperamental diosa griega, Afrodita.

Es cierto que la identificación de Venus con Afrodita tuvo lugar bastante temprano, una razón que contribuye a ello es quizás la fecha de la fundación de uno de sus templos romanos, que coincide con la Vinalia Rustica, una fiesta de Júpiter el 19 de agosto.

Por lo tanto, él y Venus llegaron a emparentarse como padre e hija y  fueron asociados con las deidades griegas Zeus y Afrodita. También era hija de Dione, la esposa de Vulcano y era la madre de Cupido.

En los diferentes mitos y relatos era famosa por sus intrigas románticas y sus aventuras tanto con dioses como con mortales, se asoció con muchos aspectos de la feminidad, buenos y no no tan buenos.

Como Venus Verticordia, se le encargó la protección de la castidad en mujeres y niñas. Pero la causa más importante de la identificación fue la recepción en Roma del famoso culto de Venus Erycina, es decir, de Afrodita de Eryx (Erice) en Sicilia, este culto en sí es el resultado de la identificación de una diosa madre oriental con la deidad griega.

MITO DE AFRODITA

Esta recepción tuvo lugar durante y poco después de la Segunda Guerra Púnica, dedicándose un templo a Venus Erycina en el Capitolio en 215 a. C. y un segundo fuera de la puerta Colline en 181 a. C.

Este último se edificó con cierta semejanza al templo de Eryx , convirtiéndose en el lugar de culto de las cortesanas romanas, de ahí el título de dies meretricum («día de las prostitutas») adjunto al 23 de abril, el día de su fundación.

La importancia del culto de Venus-Afrodita se vio incrementada por las ambiciones políticas de la gens Iulia, el clan de Julio César y por adopción, de Augusto. Quienes aseguraban descender de Iulus, el hijo de Eneas quien fue el supuesto fundador del templo de Eryx y en algunas leyendas, también de la ciudad de Roma.

Desde la época de Homero en adelante, fue hecho hijo de Afrodita, de modo que su descendencia dio origen divino a Iulii. Otros, además de los Iulii, intentaron conectarse con una deidad que se hizo tan popular e importante, en particular Cneo Pompeyo, el triunviro, que Dedicó un templo a Venus como Victrix (Portador de la victoria) en el 55 a. C.

El templo de Julio César (46 a. C.), sin embargo, estaba erigido especialmente a Venus Genetrix (Madre engendradora), que fue muy conocida hasta la muerte de Nerón en 68 a.C. A pesar de la extinción de la línea julio-claudiana, siguió siendo popular, incluso entre los emperadores, por ejemplo, Adriano completó un templo de Venus en Roma en 135 a.C.

Como deidad italiana nativa, Venus no tenía mitos propios, así que se le asocian de igual forma los de Afrodita y a través de ella, se identificó con varias diosas extranjeras.

El resultado más notable de este desarrollo es quizás la adquisición por parte del planeta Venus de ese nombre.  El planeta fue al principio la estrella de la diosa babilónica Ishtar y desde allí pasó a ser de Afrodita o Venus.

Debido a su asociación con el amor y la belleza femenina, la diosa Venus ha sido motivo de inspiración en las expresiones artísticas  desde estos tiempos remotos. Las obras más notables que tienen a la deidad como centro están: la Venus de Milo (150 a. C.) y la pintura de Sandro Botticelli, titulada El nacimiento de Venus (1485).

Descubre cuál es el mito de Afrodita más interesante

El mito de Afrodita está rodeado de belleza, amor, pasión y mal genio, aun cuando dicen que es una diosa afectiva, la mayoría de sus historias se caracterizan por demostraciones de su temperamento volátil. Vamos a conocer algunas muy interesantes:

El matrimonio de Afrodita

Según una versión del mito de Afrodita, debido a su extraordinaria belleza, Zeus comienza a preocuparse por la reacción de los otros dioses. La posibilidad de que se vuelvan rivales violentos por poseerla estaba latente y justamente para evitar esto, obliga a la desdichada Afrodita a casarse con Hefesto, el severo y sin humor, pero talentoso dios de la herrería.

En otra versión de la historia, Hera, arroja a Hefesto del Olimpo, considerándolo desagradable, horrible y deforme para habitar en el hogar de los dioses, aun cuando este es su hijo.

Hefesto ya en edad adulta, decide vengarse de su madre. Elabora un majestuoso trono mágico y lo envía de regalo a la diosa. Apenas se sentó en él, Hera quedó atrapada, sin poder liberarse.

Hefesto es llamado al Olimpo para liberar a Hera y este exige entre otras cosas que se le dé la mano de Afrodita en matrimonio a cambio. Zeus accede a la petición y el dios encantado de estar casado con la diosa de la belleza, forja sus hermosa y valiosísima  joyería, incluido un cinturón o corsé que acentúa el pecho y que la hace aún más irresistible para los hombres.

Su infelicidad con este matrimonio no deseado hace que Afrodita busque otra compañía masculina, la mayoría de las veces Ares, pero también Adonis y Poseidón.

El esposo de Afrodita, Hefesto, es una deidad griega moderada y silenciosa, pero no es un estilo que atrae a la volátil Afrodita, que prefiere a Ares, el joven y fuerte dios de la guerra, porque se siente atraída por su naturaleza violenta, por lo menos eso es lo que de alguna manera explica Homero en la Odisea.

Pero no se le conoce una sola aventura a la deidad durante su matrimonio. Fue la amante del troyano Anquises y madre de su hijo Eneas, del apuesto Adonis, de Poseidón, entre otros.

El mito de Afrodita y Adonis

La madre de Adonis era la hermosa Myrrha o Smyrna y su padre, el rey Cinyrus de Chipre, quien era también el padre de Myrrha. ¡Si, padre e hija se unieron y concibieron un hijo! Sin embargo, esto no fue intencional.

Esta extraña situación se produjo porque la diosa Afrodita estaba celosa de la belleza de Myrrha y provocó que la niña se uniera a su propio padre.

Cuando el monarca se percató de lo que había hecho, persiguió a Myrrha con una espada, con la intención de matarla a ella y a su hijo aún por nacer.

En esta oportunidad Afrodita llegó demasiado lejos y arrepintiéndose de su acto, rápidamente convirtió a la niña en un árbol de mirra para salvar su vida.

Al niño recién nacido, que recibió el nombre de Adonis, lo colocó en un cofre, que le dio a cargo a Perséfone, reina del inframundo. Cuando Perséfone abrió el encargo fue cautivada por la belleza del bebé, así que con el paso del tiempo cuando Afrodita lo reclamó, esta se negó a devolvérselo.

Aunque la diosa del amor bajó al inframundo para rescatar al bebé Adonis del poder de los muertos, le fue negado el permiso para llevárselo. El punto final a la disputa entre las dos diosas fue puesto por Zeus, quien decretó que Adonis debería permanecer con Perséfone en el inframundo durante una parte del año y con Afrodita en el mundo superior el tiempo restante.

La contienda entre Afrodita y Perséfone por la posesión de Adonis refleja claramente la lucha entre el amor y la muerte, tema común en la mitología griega, ya que lo vemos en el mito de Perséfone y Hades. La decisión de Zeus de que Adonis pasará una parte del año bajo tierra y otra parte en la superficie, es simplemente un mito griego sobre la noción de desaparición y reaparición anual, que se refiere a la primavera y el invierno.

En algunas versiones del mito de Afrodita y Adonis, cuando Ares, el dios de la guerra y amante de Afrodita, se entera de que esta ama al joven Adonis, se puso realmente celoso y decidió vengarse. En otros relatos, Adonis no quería retornar más al inframundo y Perséfone decide vengarse.

Lo cierto es que el relato indica que Afrodita estaba persiguiendo a Adonis, locamente enamorada de él, pero el hermoso joven estaba más interesado en cazar. La diosa del amor le rogó a Adonis que renunciara a ese peligroso deporte aunque lo disfrutara, porque no podía soportar perderle.

Pero el intrépido Adonis ignoró su consejo y fue asesinado por un fiero jabalí mientras cazaba, se dice que el animal era en realidad el Dios Ares y otras versiones, que fue un emisario de Perséfone. Cuando Adonis fue atacado, Afrodita escuchó sus gritos y corrió a su lado en su carro tirado por cisnes. Vio al muchacho herido de muerte y entonces maldijo a las Parcas y Ares que habían ordenado su muerte.

Con Adonis muerto todavía en sus brazos, Afrodita convirtió las gotas de sangre que caían de sus heridas al suelo en flores de viento como un homenaje a su amor. Las flores brotaron de la sangre de Adonis y su espíritu regresó al inframundo.

La manzana dorada

Por motivo de la boda de Peleo y Tetis, Zeus organizó un festín, todos recibieron invitación menos Eris, la diosa de la discordia.

Esta de igual manera acudió al banquete e intencionalmente dejó caer una manzana dorada, esta exhibía la inscripción para la más bella. Por supuesto fue un ardid para crear discordia y eso sin duda ocurrió, tres deidades exigieron la manzana.

En esta oportunidad fueron  las tres diosas, Hera, Atenea y Afrodita. Pero como todas la querían para sí, necesitaban a alguien que decidiera para quien sería la manzana. Esta tres temperamentales diosas querían averiguar cuál de ellas era la más hermosa. Entonces, solicitaron la ayuda de Paris, hijo de el Rey Príamo de Troya, el sería quien daría fin a la disputa.

París eligió a Afrodita como la más deseable. Cada una de las diosas prometió algo a París si este la elegía como la más bella, en el caso de Afrodita, esta le hizo la promesa al príncipe troyano de convertir en su esposa, a la mujer más hermosa sobre la tierra. Esto definitivamente le dio una ventaja competitiva sobre las otras diosas, lo que la convirtió en la vencedora.

La recompensa de Afrodita fue la manzana dorada, símbolo de su belleza y la de París fue Helena. Si. la Helena que  terminó provocando la Guerra de Troya.

Afrodita y Anquises

Hubo un tiempo en que Afrodita deseaba un hermoso joven de Troya, su nombre era Anquises. Queriendo seducirlo a cualquier precio, Afrodita decidió transformarse en una mujer mortal, entonces decidió llegar a su tierra natal, Pafos, en Chipre, donde las Gracias la bañaron y perfumaron.

Luego se vistió muy bien y se transformó en una joven princesa de Frigia, en lo que hoy es Turquía.  Alegremente, fue al monte Ida para encontrarse con Anquises, que estaba pastoreando su ganado allí.

La diosa transformada en mortal se paró frente a él y le dijo: Anquises, mi padre quiere que me case contigo porque eres noble. He recorrido un largo camino solo para ti y sé hablar tu idioma porque fui criada por una mujer troyana.

Lleno de pasión y embargado por el amor, sin saber realmente lo que estaba haciendo, el hombre se acostó junto a Afrodita, por mucho tiempo estuvieron juntos y la diosa dio a luz a dos hijos, Eneas el antepasado de los romanos y Lyros.

Pero después de mucho tiempo, Afrodita decidió volver a poner su ropa real y revelar su verdadera identidad. Lentamente, se acercó a la cama de Anquises y le preguntó: Dime, ¿me veo igual que el día que me viste por primera vez?

Anquises se aterrorizó al percatarse que era la diosa y le rogó a esta que le perdonara la vida. No debes tener miedo, siempre y cuando prometas no decirle a nadie que te acostaste con una diosa, le dijo Afrodita.

Sin embargo, aún no había pasado mucho tiempo, cuando Anquises se emborrachó y comenzó a jactarse ante sus amigos de que la diosa Afrodita lo amaba. Cuando Zeus, el rey de los dioses, se enteró de su arrogancia, se molestó mucho. Furioso, arrojó un rayo al hombre, que no lo mató, pero si lo dejo ciego.

Afrodita, Hefesto y Ares

Hefesto o como le llamaban los romanos, Vulcano, era el herrero de los dioses y el más grande de los artesanos. Este dios estaba casado con Afrodita, deidad del amor y la belleza, un matrimonio que fue arreglado por Zeus, en contra de la voluntad de la diosa.

No fue un buen matrimonio, porque Afrodita fue una esposa infiel desde el primer momento. Ella tuvo una larga historia de amor con Ares, el dios de la guerra y la contienda, relación de la que nació Eros, dios del amor.

Ares era el gran dios olímpico de la guerra, la pasión por la batalla y el coraje varonil. En el arte griego fue representado como un guerrero maduro y barbudo vestido con armas de batalla o como un joven desnudo sin barba con yelmo y lanza. Lo cierto es que era el blanco de la pasión de esta voluntariosa y apasionada diosa.

Helio, el Dios del Sol, que podía ver la mayoría de las cosas durante el día, mientras conducía su carro solar por el cielo, fue el que descubrió ese romance clandestino. Uno de esos días en que Afrodita llevó al amante a su cama, mientras Hefesto estaba ausente, Helius pudo reconocer fácilmente a Ares.

Entonces, le contó todo a Hefesto, que humillado y lleno de ira decidió vengarse de los amantes. Usando todo su ingenio y sus habilidades artesanales, fabricó una fina red irrompible y atrapó a los dos amantes mientras estaban en la cama.

Hefesto inmediatamente regresó a su dormitorio con una multitud de otros dioses para presenciar la pareja deshonrada, cita a la que no acudieron las diosas que se quedaron en el Olimpo por vergüenza, solo aparecieron los hombres olímpicos.

Poseidón intentó persuadir a Hefesto para que liberara a la pareja adúltera. En un principio, Hefesto rechazó la solicitud, porque quería sacar el máximo provecho de su venganza, pero al final liberó a su esposa y a su amante. Ares huyó inmediatamente a Tracia, mientras que Afrodita fue a Pafos en la isla de Chipre.

Según el poeta romano Ovidio, Afrodita se aseguró de castigar al informante, el dios sol Helio. Este amaba a una ninfa, llamada Clytie. Afrodita hizo que se enamorara de otra joven, llamada Leucothoe, que era hija de Orchamus el rey de Persia.

Clytie se puso celosa de su rival, por lo que difundió un rumor diciendo que fue seducida por un amante mortal. El padre de la joven Leucothoe, encolerizado la enterró viva. Así, finalmente, Helius entristecido abandonó a Clytie y voló por el cielo, conduciendo su carro durante nueve días.

El mito de Afrodita sobre su adulterio parece haber terminado con su divorcio del herrero de los dioses, Hefesto. Durante la guerra de Troya, Homero describe a la diosa como la consorte de Ares y nombra a la novia de Hefesto como Aglaia. Por otro lado, otros autores de la antigüedad son más explícitos al describir la terminación del matrimonio. Homero, Odisea 8. 267 y siguientes:

Cortado en el corazón, él (Hefesto) se acercó a su casa y se detuvo en el porche y vio a su esposa Afrodita atrapada en el abrazo de Ares; una ira salvaje se apoderó de él, y rugió horriblemente, clamando a todos los dioses: “Ven, Padre Zeus; ven, todos los benditos inmortales con él; vean lo que ha sucedido aquí.

 Verás ahora a la pareja de amantes mientras yacen abrazados en mi cama; verlos me da asco. Sin embargo, dudo de su deseo de descansar allí más tiempo, a pesar de lo cariñosos que son.

Pronto desecharán su postura allí; pero mis astutas cadenas los sujetarán a ambos hasta que su padre Zeus me haya devuelto todos los regalos de compromiso que le concedí por su libertina hija; belleza que tiene, pero ningún sentimiento de vergüenza.

En algunos escritos Homero parece sugerir que la pareja se divorció luego de este episodio, pues en la Ilíada, Aglaia la más joven y hermosa de las tres Gracias, es la esposa de Hefesto y Afrodita se junta libremente con Ares.

Afrodita, Psyche y Eros

Este mito de Afrodita trata sobre Psyche y su hijo Eros. Psyche fue una de las tres princesas en el reino griego de Anatolia. Las tres hermanas eran hermosas, pero Psyche era el más deslumbrante. Afrodita, la diosa del amor y la belleza, escuchó sobre las bellas hermanas y estaba celosa de toda la atención que la gente le prestaba, sobre todo a Psyche.

Entonces ella llamó a su hijo, Eros y le dijo que hechizara a la muchacha. Él siempre obediente, voló a la tierra con dos frascos de pociones.

Eros invisible, roció a la psique dormida con una poción que haría que los hombres la evitaran cuando se trataba de matrimonio. Pero accidentalmente, la pinchó con una de sus flechas, esas que tienen la peculiaridad de hacer que alguien se enamore instantáneamente y ella se despertó sobresaltada.

Su belleza, a su vez, impresionó tanto a Eros, que él también se pinchó accidentalmente. Sintiéndose mal por lo que había hecho, roció a la joven con la otra poción, que le proporcionaría alegría en su vida.

Efectivamente, Psyche, aunque todavía hermosa, no pudo encontrar marido. Sus padres, temerosos de haber ofendido a los dioses de alguna manera, pidieron a un oráculo que le revelara al futuro esposo de Psique. El oráculo dijo que, aunque ningún hombre la aceptaría, pero que había una criatura en la cima de una montaña que se casaría con ella. Rindiéndose a lo inevitable, Psyche se dirigió a la montaña.

Cuando estuvo a la vista, fue levantada por un viento suave que la llevó el resto del camino hasta su destino. El viento la dejó en su nuevo hogar, un hermoso y rico palacio, donde su nuevo esposo que nunca le permitió verlo, le demostró ser un amante gentil. Ese esposo tan especial era, por supuesto, el propio Eros.

Después de un tiempo, se sintió sola tan lejos de su familia y pidió que le permitieran la visita de sus hermanas. Estas cuando vieron lo hermosa que era la nueva casa de Psyche, se pusieron celosas.

Se acercaron a ella y le dijeron que no olvidará que su marido era una especie de monstruo y que, sin duda, solo la estaba engordando para comérsela. Le sugirieron que escondiera una linterna y un cuchillo cerca de su cama, para que la próxima vez que la visitara, pudiera ver si era un monstruo y cortarle la cabeza si era así.

Sus hermanas la convencieron de que era lo mejor, así que la próxima vez que su esposo la visitara en la noche, ella tendría una lámpara y un cuchillo listos.

Esa noche, cuando llego Eros, levantó la lámpara, vio que su marido no era un monstruo, ¡sino un dios! Él sorprendido, corrió hacia la ventana y se fue volando, ella intentó seguirlo, pero cayó al suelo y quedó inconsciente.

Cuando Psyche se despertó, el palacio había desaparecido y se encontró en un campo cerca de su antigua casa, desesperada fue al templo de Afrodita y oró pidiendo su ayuda. La diosa que no sentía nada de estima por ella, respondió dándole una serie de tareas por hacer, tareas que Afrodita creía que la chica no podría realizar. La primera fue clasificar una enorme pila de cereales mixtos, separándolos según su tipo. Psyche miró la pila y se desesperó, pero Eros organizó en secreto que un ejército de hormigas que separara las pilas.

Afrodita, que regresó a la mañana siguiente, acusó a Psique de haber tenido ayuda, como de hecho la tuvo y ordenó la siguiente tarea, que consistió en obtener un trozo de vellón dorado de cada uno de las ovejas de un rebaño que vivía al otro lado de un río cercano.

El dios del río aconsejó a Psique que esperara hasta que las ovejas buscarán la sombra del sol del mediodía, entonces tendrían sueño y no la atacarían. Cuando Psyche le regaló el vellón a Afrodita, la diosa la acusó nuevamente de haber tenido ayuda.

La tercera tarea que Afrodita le propuso a Psyche fue obtener una taza de agua del río Estigia, donde cae en una cascada desde una altura increíble. Psyche pensó que todo había terminado, hasta que un águila la ayudó llevando la copa a la montaña y devolviéndola llena.

El mito de Afrodita cuenta que la diosa estaba lívida, sabiendo muy bien que Psyche ¡nunca podría haber hecho esto sola! Su disgusto era tal que encomendaría una próxima tarea, que realmente sería imposible de cumplir.

La siguiente tarea de Psyche fue ir al infierno para pedirle a Perséfone, esposa de Hades, una caja de maquillaje mágico. Pensando que estaba condenada, decidió acabar con todo saltando por un acantilado, pero una voz le dijo que no lo hiciera y le dio instrucciones sobre cómo ir al infierno para conseguir la caja.

MITO DE AFRODITA

Pero, advirtió la voz, ¡no mires dentro de la caja bajo ninguna circunstancia! Entonces Psyche siguiendo las instrucciones llegó al inframundo y recibió la caja de Perséfone, regresando sana y salva a casa.

Pero, fiel a su naturaleza, no pudo contener su curiosidad y decidió mirar adentro. Para su sorpresa, no había nada dentro más que oscuridad y eso la sumió en un sueño profundo.

Eros tampoco pudo contenerse más y la despertó, le dijo que le llevara la caja a Afrodita y que él se ocuparía del resto. El dios fue a los cielos y le pidió a Zeus que interviniera, le contó de su amor por Psique con tanta elocuencia que el dios de los dioses se sintió impulsado a concederle su deseo.

El hijo de Afrodita llevó a Psyche a Zeus, quien generosamente le dio una taza de ambrosía, la bebida de la inmortalidad, uniéndolos posteriormente en matrimonio eterno. La pareja tuvo una hija, que se llamaría Pleasure.

Afrodita y la comadreja: Una historia de Esopo

Érase una vez, una comadreja que se enamoró de un chico joven y encantador, pero como era de esperarse el chico no tomó en cuenta el sentimiento de la comadreja y esta se decepcionó mucho. Con el corazón roto y desilusionada, la comadreja recurrió a Afrodita la deidad del amor y le rogó que la transformara en mujer.

Afrodita, la diosa de la pasión y la compasión, sintió pena por la comadreja y rápidamente la transformó en una hermosa doncella, que fue en busca del joven. Cuando el niño vio a la comadreja transformada, se enamoró de ella y la llevó a su casa. Mientras la pareja estaba allí en la cámara nupcial, Afrodita tenía curiosidad por ver si la comadreja también había cambiado su carácter además de su apariencia. Así que se coló y soltó un ratón en medio de la habitación.

De repente, la comadreja dejó al niño y ante su total asombro, comenzó a perseguir al ratón. Al ver esto, la diosa se decepcionó mucho, así que decidió retornar a la comadreja a su estado natural.

MITO DE AFRODITA

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