Conoce la historia del dios Ares y sus atributos

Te invitamos a conocer más sobre la historia e importancia del Dios Ares, una de las deidades más representativas de la mitología griega. Fue hijo de Zeus y Hera y se le conoce por sus grandes atributos, además de haber tenido infinidades de amantes.

DIOS ARES

Dios Ares

En esta oportunidad estaremos aprendiendo un poco más sobre la historia de uno de los dioses más importantes de la mitología griega como lo fue el Dios Ares, descrito por muchos como el dios olímpico de guerra. De acuerdo a la historia, éste dios fue hijo de Zeus y Hera y según los himnos homéricos encontrados, se cree que también poseía muchos otros atributos y epítetos.

Al Dios Ares se le relaciona con interesantes atributos como la valentía, la fuerza incansable, además de ser el rey de la virilidad masculina, protector del olímpico y de los ejércitos, caudillo de los rebeldes, de los hombres juntos y ayudante de los débiles. En pocas palabras fue un dios con grandes atributos a su favor.

El dios olímpico de guerra, como también se le llegó a conocer al Dios Ares, poseía otros atributos relacionados con la guerra. Representa la valentía, gallardía y la violencia de las guerras. Al ser el dios de la virilidad masculina, durante toda la mitología han sido infinidades las amantes mujeres que se le han atribuido, una treintena aproximadamente.

De esas relaciones surgieron alrededor de unos 60 hijos, entre quienes valen la pena mencionar a algunos como Eros, Harmonia, Fobos, Deimos y Amazonas. Una de sus amantes predilectas y más famosas fue sin duda alguna Afrodita, considerada como la diosa del amor y la belleza. Afrodita fue la amante preferida del Dios Ares, además de ser su sanadora y aliada de guerra. Su equivalente romano es Marte.

Si bien es cierto que Ares está descrito como dios de la guerra, es importante resaltar que no todo el tiempo sale ganador en las batallas. Incluso en distintas oportunidades resultó herido en medio de los conflictos. En una ocasión fue herido en su combate contra el semidiós Heracles. Lo mismo ocurrió en su choque con su hermana Atenea, divinidad también guerrera, patrona de la estrategia y la sabiduría.

De acuerdo a la historia del Dios Ares, éste representante de la mitología habría nacido y crecido en la región de los bárbaros y tracios, situada al norte de la Hélade. Vivió varios años en ese lugar, hasta que tuvo que salir huyendo una vez fue descubierto teniendo relaciones sexuales con Afrodita, quien le fue infiel en varias oportunidades a su esposo Hefesto.

DIOS ARES

El Dios Ares tuvo participación directa en la denominada Guerra de Troya. Prestó sus fuerzas para un bando y después apoyó al bando contrario, para de esa manera tratar de recompensar el coraje de ambas partes. A pesar de ser uno de los dioses más representativos y con grandes atributos a su favor, también fue odiado por muchos otros dioses.

Los efectos provocados por plagas y epidemias era solo una evidencia del poder destructivo que tenía el dios Ares. Representaba tan solo una parte de su naturaleza, violenta y sanguínea. Esa actitud lo llevó a recibir el rechazo y odio de muchos otros dioses, incluso de sus propios padres.

«Ares» fue también un adjetivo y epíteto en la época clásica para referirse a otros dioses cuando presentaban una modalidad guerrera, violenta o viril: eran comunes los títulos Zeus Areios, Atenea Areia e incluso Afrodita Areia,8​ también aplicable a Apolo, siendo en la Ilíada incluso más despiadado y cruel que el propio Ares.”

Culto

Si existía un factor a destacar en la figura del dios ares era precisamente la devoción y el culto que le rendían en muchas regiones y territorios. Se cree que el culto hacia el dios ares se fue extendiendo poco a poco hasta ocupar grandes zonas y convertirse en uno de los cultos de la mitología más importantes de la historia.

El culto hacia el dios ares se extendía desde la región de Aria, situada en Asia central, hasta la Europa occidental. En la poesía tuvo mucha influencia, lo que lo llevó a convertirse en centro de culto en la antigua Grecia, sobre todo los adoraban soldados y miembros del ejército que marchaban a la guerra, especialmente en Esparta y Macedonia, de donde proviene uno de sus cultores más emblemáticos, Alejandro Magno.

De acuerdo a algunos textos históricos aportados por grandes historiadores griegos de la talla de Calístenes y Plutarco, Magno solía rendir culto al dios ares antes de participar en las diferentes batallas en las que intervenía. Magno realizaba una serie de rituales para exaltar las virtudes del dios ares. Los rituales consistían en libaciones, con lo órfico y los sacrificios animales.

En las regiones ubicadas al norte de Grecia también se solía adorar con mucha intensidad al dios ares. Se llegó a especular que el culto a esta deidad en dicho territorio se introdujo desde Tracia, junto con Escitia también era uno de los lugares donde mayor adoración recibía Ares. En Escitia era adorado con la forma de una espada, con la que se sacrificaban distintos animales como caballos y ganado, incluso en algunas oportunidades se sacrificaban a esclavos.

La figura del dios Ares es altamente importante y representativa para muchas ciudades griegas como por ejemplo Tebas. Esta deidad aparece en el mito fundacional de la ciudad, así como en otros mitos más. También aparece como fundador de las Amazonas, donde tenia un altar que las amazonas dedicaron al dios en una isla del mar Negro, donde guardaban las plumas de una de sus aves sagradas.

También se llegó a especular sobre la posible existencia de una figura del dios Ares en Esparta. La imagen del dios se encontraba encadenada, como señal de que el espíritu guerrero y la victoria nunca dejarían a las personas que vivían en esa ciudad. En Esparta se solía rendir culto a Ares con sacrificios de animales, especialmente cachorros de perros negros.

“En el mito de los Argonautas se creía que en la Cólquide, el vellocino de oro estaba colgado de un roble en una arboleda consagrada a Ares.14​ Desde allí se creía que los Dioscuros trajeron a Laconia la antigua estatua de Ares que se conservaba en el templo de Ares Thareitas, en el camino de Esparta a Terapnas.”

Muchas islas fueron consagradas a la imagen del dios Ares, por ejemplo la isla que se encontraba situada en las cercanías de la costa de la Cólquide. En ese lugar se tenía la creencia que moraban los llamados pájaros del Estínfalo. La isla fue denominada isla de Ares en honor a la deidad griega.

Otra manera de rendir culto al dios Ares fue por medio de edificaciones. Una de las estructuras físicas más importantes creadas en honor a esta deidad griega fue el denominado Templo de Ares, el cual fue observado por el historiador Pausanias en el siglo II en el Ágora de Atenas, centro administrativo, religioso y cultural.

DIOS ARES

Este templo había sido dedicado al dios Ares durante el periodo de gobierno de Augusto. Básicamente consistía en un templo de Marte, quien era la representación romana de Ares. El reconocido historiador Pausanias asegura que en ese templo se encontraba una figura de Ares la cual fue aparentemente creada por Alcámenes. En otra zona donde se le rindió culto a Ares fue en la llamada Colina de Ares.

Desde ese lugar emitió sus palabras el Apóstol Pablo. También se le conoce como el Areópago y se encuentra ubicado a cierta distancia de la Acrópolis, y desde tiempos arcaicos se llevaban a cabo juicios en ese lugar. En el sitio arqueológico de nombre Olimpia también había un altar donde se rendía culto al dios Ares.

Pero el culto hacia esta deidad no acaban allí. El dios Ares también fue adorado cerca de Tegea, donde era conocido como Ares Afneo, incluso llegó a recibir culto en la propia ciudad de Tegea, donde muchas personas se inclinaban al dios en señal de adoración. En las proximidades de la ciudad de Tegea existía una fuente consagrada a Ares.

También recibió culto en la antigua ciudad griega de Gerontras. En esa zona se encontraba situada una edificación donde se tenía la tradición de celebrar todos los años un festival al cual no podían acceder las mujeres. Así mismo se le rindió culto  a una divinidad egipcia de nombre Ares.

El culto al dios Ares fue amplio y muy representativo en diferentes regiones. Fueron pocas las imágenes o bustos del dios Ares que lograron sobrevivir a los efectos de las guerras que se presentaron en tiempos siguientes. También permanecen vigentes algunos pocos monumentos que hacen alusión al dios.

Las pocas representaciones artísticas o monumentos del dios Ares que lograron sobrevivir fueron hallazgos arqueológicos desenterrados durante el siglo anterior, a causa también de la orden de los emperadores romanos en el siglo IV d. C de hacer desaparecer todo cuanto sea posible las deidades griegas y de otros credos.

Con el pasar de los años han venido saliendo a luz nuevos hallazgos relacionados con otros dioses, incluso con nuevas figuras del dios Ares. Entre los hallazgos destacan bustos, estatuas, monedas, relieves y joyas. Muchas de estas obras encontradas son copias de originales del escultor ateniense Alcámenes.

Símbolos y apariencia

En la mayoría de los casos el dios Ares es descrito como un hombre de corta edad, que tenía una particular forma de llevar su cabello. Se hacía el conocido peinado anástole, ampliamente popular entre los hombres de la antigua Grecia. Era además un peinado propio de los guerreros helenos. El dios Ares adoptó esa tradición y por lo general se peinaba de esa misma forma.

También hay otros aspectos físicos que valen la pena destacar de la apariencia del dios Ares, por ejemplo su cara y cuerpo sin vello. La deidad griega poseía muchos símbolos que lo caracterizaban y diferenciaban del resto de los dioses de la época, por ejemplo el carruaje y una antorcha encendida que siempre lo acompañaban a todos los lugares a donde asistía con frecuencia.

De acuerdo a lo que señala la historia, Ares acostumbraba a ir montado en un carruaje, acompañado por cuatro caballos poderosos que tenían la habilidad de expulsar fuego. Existían muchos elementos que hacían destacar al dios Ares frente a los demás dioses griegos de la época. Uno de los elementos más representativos de ares era su armadura de bronce, además de su característica espada. Todos esos implementos formaban parte de la apariencia del dios Ares.

También es importante hacer mención a algunos de los símbolos animales sagrados que formaban parte del dios Ares. Los pájaros sagrados de esta deidad en los llamados pájaros carpinteros y sobre todo los buitres. En la famosa obra las Argonáuticas, se hace especial mención a los pájaros sagrados de Ares.

DIOS ARES

En ese texto se asegura que los pájaros de Aires eran un grupo de pájaros que tenían el poder de lanzar dardos por medio de su plumaje y así atacar a las fuerzas enemigas.  Pero los pájaros no eran los únicos animales que formaban parte de la representación del dios Ares. También se encontraba el perro, descrito como su animal favorito. El dios Ares también es identificado con los dos cuernos por el mito del vellocino de oro, el carnero de lana dorada.

Títulos y epítetos

A lo largo de la historia fueron muchos los títulos y epítetos que recibió el dios Ares para ser identificado. Uno de los epítetos más comunes de Ares fue el de Enialio, que puede identificarse como guerrero heroico. Dicho epíteto solía aplicarse a los efebos en Atenas, quienes eran los jóvenes que entraban a formar parte del servicio militar, además de ser un tipo de culto heroico durante su juramento.

Pero Enialio también fue el nombre que recibió uno de los hijos que tuvo el dios Ares con la diosa Enio. Para la época clásica Enialio había sido identificado como un héroe. Pero ese no fue el único epítetos comunes de Ares. También existen otros como:

  • Brotoloigos (Βροτολοιγός, ‘destructor de hombres’);
  • Afrodisíakos (Αφροδισιακος, ‘encantado por Afrodita’)
  • Androfontes (Ανδρειφοντης, ‘asesino de hombres’);
  • Miaiphonos (Μιαιφόνος, ‘la voz de los hombres’);
  • Enyálios (Ἐνυάλιος ‘héroe guerrero’)
  • Teikhesiplêtês (Τειχεσιπλεικτης, ‘asaltante de murallas’);
  • Maleros (Μαλιωρας, ‘hechicero, chamán’);
  • Teritas (Θηρίτας, ‘apaciguado’), por Tero, su niñera y sanadora

Mitología

Dentro de la mitología griega, el dios Ares es una de las figuras representativas más importantes e influyentes. Su nombre estuvo involucrado con muchos personajes griegos que trataremos de repasar en esta parte de nuestro artículo. Su nombre aparece reflejado en infinidades de obras y textos históricos, donde se le reconoce como uno de los dioses de mayor relevancia en la historia.

Afrodita

El dios Ares estuvo involucrado con muchos otros personajes de la mitología griega. Uno de esos personajes fue Afrodita, descrita como la diosa de la sensualidad y el amor. En la historia cantada por el poeta Demódoco se indica que en una oportunidad el dios sol Helios sorprendió a Ares teniendo relaciones sexuales a escondidas con la diosa Afrodita, quien se encontraba casada para ese entonces.

Ambos hacían el amor a escondidas en los aposentos del esposo de Afrodita, Hefesto, el rengo y jorobado dios del fuego. El dios sol Helios, después de descubrir que Afrodita le era infiel a su esposo, no dudó y salió corriendo a advertirle a Hefesto sobre todo lo que estaba ocurriendo con su mujer.

Como era de esperarse, Hefesto, el dios del fuego, se enfureció con la noticia de la infidelidad de su mujer y comenzó a organizar un plan para cobrar venganza en contra del dios Ares y de su mujer. Confeccionó una red invisible, pero tan fuerte y resistente que ningún hombre ni ningún dios pudiera romperla, que pudiese inmovilizar a cualquiera para así capturar a la pareja.

Hefesto procedió a instalar dicha red sobre la cama donde acostumbraban a tener sus encuentros sexuales Ares y Afrodita. El dios del fuego salió de su casa y regresaría al día siguiente en la salida del sol. Ares, evitando ser descubierto, instaló a su guardia Alectrión en la puerta principal de la casa para que le informará cuando de la salida del sol (Helios).

Sin embargo, el joven no cumplió con su trabajo de vigilar la zona, por el contrario, el sueño lo dominó y se quedó dormido, y con los primeros destellos del sol la red cayó sobre la pareja de amantes. Así fue como Hefesto pudo capturar a la pareja en pleno acto sexual, quedando estos inmovilizados.

El dios del fuego, Hefesto, ya no tenía dudas de la infidelidad por parte de su mujer y procedió a comunicarse con los demás dioses para que fuesen testigos del adulterio que estaba ocurriendo. Los dioses atendieron el llamado de Hefesto, sin embargo las diosas prefirieron no asistir por pudor.

Por su parte los dioses, en vez de enfurecerse con la infidelidad, lo que hicieron fue alagar la belleza física de la diosa Afrodita, y que habrían cambiado gustosos el lugar de Ares, burlándose de Hefesto. Una vez que la pareja de infieles fue dejada en libertad, Afrodita huyó a Pafos, su isla natal de Chipre. Por su parte el dios Ares se escondió en su natal Tracia.

DIOS ARES

El dios Ares no podía creer todo lo que estaba ocurriendo por culpa de su guardia de confianza Alectrión, quien se había quedado dormido y por culpa de él lo habían descubierto acostándose con la mujer de Hefesto. Rabioso por la actitud del guardia, no lo pensó dos veces y procedió a transformar a Alectrión en u gallo que nunca se olvidaría de anunciar la llegada del sol por las mañanas.

Después de haber sido sorprendidos en la cama, Afrodita y el dios Ares habían prometido nunca jamás encontrarse íntimamente, sin embargo ambos no resistieron sus deseos carnales y violentaron ese pacto. Tuvieron varios encuentros en reiteradas oportunidades, siempre a escondidas.

Esta apasionante historia de amor, infidelidad y venganza fue representada en esculturas y punturas, sobre todo en la época del Renacimiento. Como resultado de su amor tuvieron al menos ocho hijos, entre ellos a Cupido (Eros).

Ares encadenado

En un mito relatado en la Ilíada por parte de la diosa Dione a Afrodita, se narra el episodio en el cual el dios Ares es encadenado por los Alóadas, como eran llamados los gemelos de la mitología griega Oto y Efialtes. Estos hermanos procedieron a detener a Ares, encadenarlo y encerrarlo en una urna de bronce a lo largo de todo un año lunar.

La historia cuenta que el dios Ares se mantuvo encadenado y encerrado por varios meses y durante su cautiverio en la urna de bronce, no hacía otra cosa más que gritar y aullar en petición de auxilio. Sus gritos causaron efectos, ya que su hermano Hermes lo escuchó y corrió a rescatarlo. La hermana de Ares, Artemisa, engañó a los gigantes haciendo que se arrojaron sus lanzas unos al otro, matándose.

«Allí pereciera el dios insaciable de combate, si su madrastra [de los Alóadas], la bellísima Eribea, no lo hubiese participado a Hermes».

«En este se sospecha un festival de libertinaje que se desata al decimotercer mes.»

La Guerra de Troya

​En la obra La Ilíada también se hace alusión en varias oportunidades a la participación del dios Ares en importantes enfrentamientos, como por ejemplo en la Guerra de Troya. Homero relata que Ares batalló en un primer momento a favor de un bando y después colaboró para el otro para recompensar el coraje de ambos lados.

Ares tuvo que intervenir en los dos bandos que participaron en la Guerra de Troya. Había realizado la promesa a su hermana Atenea y a su madre Hera que batallaría a favor de los aqueos junto a Aquiles, sin embargo después la diosa Afrodita y Apolo lo convencieron para que se uniera al bando de París y los troyanos, donde ellos también tenían participación. Fue así como el dios Ares luchó en ambos bandos, para no defraudar a nadie.

Durante el enfrentamiento, Diomedes quedó asombrado al observar al dios Ares batallando a favor del bando troyano y procedió a ordenar a sus soldados la retirada. Hera vio la desproporción del combate y pidió a Zeus que interviniera para alejarlo del campo de batalla. Después de eso, Ares atacó a Diomedes con su lanza.

Atenea se encargó de cambiar el rumbo del ataque. Por su parte Diomedes no se quedó de brazos cruzados y también ofreció su respuesta ante el ataque. Atenea dirigió el golpe para atacar al dios Ares, quien cayó herido. Después de resultar herido, escapa al monte Olimpo donde se encontraba su padre en busca de ayuda. El padre de Ares le cura las heridas.

DIOS ARES

«Mirándolo oscuramente, Zeus, quien recoge las nubes, le habló: -No te sientes a mi lado y te quejes, mentiroso de doble cara! Para mí eres el más odioso de todos los dioses que sostienen el Olimpo! Siempre peleón, es lo que quieres para tu corazón, guerras y batallas!…

Y sin embargo, no soportaré mucho verte con dolor, ya que eres mi niño… Y para mí fue tu madre quien te aburrió. Pero si es que naciste de algún otro dios, resultaste tan ruinoso! Hace mucho que no te habrían dejado caer debajo de los dioses del cielo brillante!»

El llanto de Ares

​También se tiene evidencia de un dios Ares triste y llorando, al menos así lo deja saber Hera en la Ilíada. Relata que en una ocasión le comunicó a Zeus que el hijo del dios Ares, Ascálafo había fallecido y cuando se enteró de la terrible noticia, rompió en llanto. Trató de unirse a la batalla del lado de los aqueos, contra la orden de Zeus de que ningún olímpico debía intervenir en la guerra.

Atenea recobró su relación con Ares y le ayudó a levantarle los ánimos y quitar de él toda amargura. Después, cuando Zeus dio la orden para que los dioses pudiesen intervenir en la guerra de los mortales, el dios Ares trató de cobrar venganza de Atenea, sin embargo acabó siendo herido de nuevo cuando ella lo golpeó con una piedra, cubriendo al caer con su cuerpo tumbado siete yugadas.

Una vez que la piedra impactó al dios Are, mató a Ilíada y lo envió a gobernar a su patria, Tracia, un territorio de sabiduría.

Ayudantes

Los aliados nunca faltaron en la vida del dios Ares. Una de las personas que siempre estuvo allí para brindar consejos y ayuda fue Temis, una importante diosa de la justicia y el orden correcto de la cosas. Además de ella, también existieron otros ayudantes destacados, por ejemplo en las batallas, Deimos y Fobos son dos de sus hijos con Afrodita y también los espíritu del temor y el miedo, respectivamente. Ellos también lo acompañaban en las guerras.

Otra persona que lo ayudó fue su hermana y fiel acompañante, Enio, llamada como la diosa del derramamiento de sangre y violencia. La presencia de Ares también fue seguida por Cidoimos, el daimon del alboroto de las batallas, así como las Macas (Batallas), las Hisminas (Disputas), Polemos (un espíritu menor de la guerra) y la hija de éste, Alala.

Alala era una fiel acompañante de la presencia de Ares. Está considerada como la diosa personificación del grito de guerra griego y su nombre era utilizado por Ares como grito de guerra propio. En los enfrentamientos que intervenía, Ares era acompañado por su hermana Eris, incitando a los soldados a batallar.

Otra de sus hermanas que solía acompañarlo era Hebe, sin embargo ella no lo seguía a las batallas, sino que era la responsable principal de preparar el baño al dios Ares.

“A modo de construcción etimológica, de Fobos proviene la palabra fobia. Tienen cita en la astronomía, que ha dado estos nombres de sus hijos, Fobos y Deimos, para nombrar a los dos satélites del planeta Marte (donde Ares era llamado así en Roma).”

La fundación de Tebas

Una de las participaciones más importantes del dios Ares tuvo que ver con su presencia en el mito fundacional de Tebas. Esta deidad griega era el progenitor del dragón acuático que asesinó Cadmo, convirtiéndose en ancestro de los espartanos, debido a que de los dientes del dragón brotaron como si una cosecha creciese una raza de guerreros descendientes de Ares, los espartos.

Con la finalidad de calmar al dios Ares, Cadmo se casó con Harmonía, quien era una de las hijas que tuvo Ares con su amante Afrodita. De esa manera se solucionó el conflicto que existía entre ambos y procedieron a fundar la ciudad de Tebas.

Otros mitos

  • En la contienda de Tifón contra Zeus, Ares se vio obligado, junto con los otros dioses, a huir a Egipto, donde se metamorfoseó en un pez.36​
  • Ares dio a Hipólita el cinturón que luego le quitó Heracles.37​
  • En algunas versiones se contaba que cuando Afrodita amó a Adonis, un celoso Ares se transformó en un jabalí y mató a su rival o bien envió el jabalí para que lo matara.38​
  • Según una tradición, Ares mató a Halirrotio, hijo de Poseidón, cuando este intentó violar a Alcipe, su hija con Agraulo. Poseidón exigió a Zeus que Ares fuese castigado, por lo que fue llevado a juicio: el primer juicio por asesinato de la historia. Los demás olímpicos votaron que debía ser absuelto. Se cree que este suceso dio origen al nombre «Areópago»

Consortes y descendencia

Para nadie es un secreto que el dios Ares fue uno de los personajes de la mitología griega que más descendencia tuvo entre los doce olímpicos. A lo largo de su existencia se caracterizó por tener infinidades de relaciones amorosas con muchas mujeres y en la mayoría de ellas procreó hijos.

Como patrón de la virilidad masculina, el dios Ares llegó a tener más de cuarenta amantes y aproximadamente unos 60 hijos, la mayoría de ellos son epónimos de ciudades míticas. A continuación se destacan algunas de las amantes que tuvo Ares y parte de su descendencia.

Con Afrodita tuvo un total de ocho hijos, entre ellos Fobos, Deimos, Harmonia, Adrestia, Eros, Anteros, Himeros y Pothos. Otra de sus amantes con quien procreó fue Aglauro, relación que trajo como fruto a Alcippe. Algunas de sus amantes más importantes fueron las siguientes, además se nombran algunos de sus principales hijos:

  • Altea – Meleagro
  • Anchiroe – Siton
  • Astioque – Ascálafo y Lalmeno
  • Atalanta – Partenopeo
  •  Caldene – Solymus
  •  Calíope – Migdón, Edonus, Bistón y Odomanto

Himnos a Ares

A continuación se muestran extracto de dos Himnos que fueron dedicados al dios Ares. Uno de ellos fue escrito en la época griega, siglo VII antes de Cristo, mientras que el segundo texto forma parte de los himnos griegos del siglo III antes de Cristo al siglo II después de Cristo.

Himno homérico VIII a Ares (trad. Evelyn-White) (épica griega, siglo VII a. C.)

«Ares, con la descomunal fuerza, jinete de carros, de escudo dorado, corazón de hazañas, portador de escudos, salvador de ciudades, armado en bronce, de brazos fuertes, incansable, poderoso con la lanza. ¡Oh defensor del Olimpo!

Padre de guerrero de la Victoria, aliado de Temis, severo gobernador de los rebeldes, líder de hombres justos, rey de la virilidad, que gira tu esfera ardiente entre los planetas en sus siete caminos a través del éter donde tus corceles ardientes te sostienen por encima del tercer firmamento del cielo.

¡Escúchame, ayudante de hombres, dador de un joven intrépido! Arroja un rayo bondadoso desde arriba sobre mi vida y la fuerza de la guerra, para poder alejar la cobardía amarga de mi cabeza y aplastar los engañosos impulsos de mi alma, refrena también la furia aguda de mi corazón, que me induce a pisar los caminos de las luchas que cuajan la sangre.

¡Oh, bendito! Dadme la audacia de acatar las inofensivas leyes de la paz, evitando los conflictos y el odio y los demonios violentos de la muerte»

​Himno órfico LXV a Ares (trad. Taylor) (himnos griegos, siglo III a.C. al siglo II d.C.)

«A Ares, conságradlo con inciensos, magnánimo, invicto, bullicioso, con dardos de alegría, y en guerras sangrientas; feroces e indómitas, cuyo poder hacer temblar los muros más fuertes desde sus cimientos: rey destructor de muertos, manchado de sangre. complacido con el espantoso y tumultuoso rugido de la guerra.

Tu sangre humana, y las espadas y las lanzas se deleitan, y la ruina de la loca y salvaje lucha. Mantente furioso y vengativo, cuyas obras se afanan en la vida humana más amarga; al adorable Kyrpis [Afrodita ya Lyaios [Dionisio] ceden, para el intercambio de armas, las labores del campo; alientan la paz, a trabajos gentiles, y dan abundancia, con mente benigna «.

Ares en el Renacimiento

El dios Ares formó parte importante de la época conocida como el Renacimiento. Durante ese periodo, los símbolos de este dios son una lanza y un casco, su animal es el perro y su pájaro preferido el buitre. También aparece reflejado en muchas de las obras literarias de la época, donde se le representa como un hombre violento y sangriento.

Culto en la actualidad

A pesar del tiempo transcurrido, hoy en día continúa existiendo el culto hacia el dios Ares en muchos territorios, especialmente a través de ciertos sectores del helenismo. Se trata de un movimiento netamente de carácter religioso que se encarga de rendir adoración a diferentes deidades y tradiciones que en su momento fueron pioneras en la Antigua Grecia.

Ares y Afrodita en el arte

En esta parte de nuestro artículo vamos a compartir algunas representaciones artísticas del dios Ares y su amante Afrodita. Muchas de estas obras de artes fueron famosas y algunas se conservan hasta nuestros tiempos actuales.

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